Sábado 27 de abril | Mar del Plata
04/06/2016

Gustavo Sala, el tumor en clave historieta de la sociedad

El humorista presenta “Tumor gráfico” su nuevo libro con material inédito. “Básicamente se trata de una especie de parodia a un libro de ensayo, como si fuera un análisis del lenguaje de humor”.

Gustavo Sala, el tumor en clave historieta de la sociedad
Gustavo Sala en Trimarchi 2015. (Foto archivo QUÉ Digital)

Gustavo Sala se fue a la mierda con tantas historietas, volvió (¿volvió?) y se fue otra vez a la mierda. Los límites -morales, estéticos, culturales- están hechos para romperlos y él los hizo mierda cada vez que pudo con su lápiz y papel. Escribir la palabra mierda cuatro veces en el primer párrafo de una nota periodística es cruzar un límite, pero esta es una nota sobre Gustavo Sala así que a la mierda los límites.

Gustavo Sala presenta esta tarde, desde las 18 en la Bodega del Teatro Auditorium con a su amigo y humorista Pablo Vasco, su último libro de historieta “Tumor gráfico”, una publicación de trabajos inéditos en los que, según cuenta, “parodia a un libro de ensayo, como si fuera un análisis del lenguaje de humor”.

“Tumor gráfico” nació a raíz de su participación del año pasado en Trimarchi, en la que hizo la imagen de los 15 años del festival de diseño más importante del mundo y, además, dio una charla de unos 40 minutos que se llamó “El chiste choto”.

En la charla “El chiste choto”, Sala explicó la mecánica del humor y parodió la manera de hacer chistes. Después se dio cuenta que lo podía incluir en un libro que originalmente se iba a llamar “El chiste choto”, pero sobre la marcha decidió cambiarlo por uno más sutil y fino como “Tumor gráfico”.

Lo que genera ‘Tumor gráfico’ fue un chiste de un Che Guevera entrando a un bar y preguntando por el baño y el mozo diciéndole que el baño estaba al fondo a la ‘dereChe’. Un chiste muy pelotudo, pero que a partir de ahí me hacía preguntas ¿qué pasaba si el baño estaba a la izquierda en vez de a la derecha, el chiste hubiera tenido sentido?”, dice Gustavo.

Me empecé a hacer preguntas sobre qué hubiera pasada si un personaje en vez de hacer una cosa hace otra y empezar a ver diferentes posibilidades en los elementos de la viñeta cómica”, cuenta Gustavo del génesis de “Tumor gráfico” y agrega: “Empecé a hacer el chiste, el análisis y al lado como un comentario”.

El historietista se cuestionó su labor, la ridiculizó para “Tumor gráfico” y elevó la apuesta: “Después lo quise ampliar a partir del origen de las ideas, qué cosas funcionan, cómo resolver el texto y el dibujo. Cosas que me sigo preguntando de mi propio laburo, sigo trabajando con elementos en los que encuentro muchas posibilidades por explorar”.

-¿Qué te sigue sorprendiendo de tu laburo?

-Lo que más me sorprende es la cantidad de cosas que uno puede hacer con un lápiz y un papel. La historieta es un medio de humor que todavía tiene mucho territorio inexplorado.

-¿Y en el humor?

-Creo que en el humor la sorpresa es como un sinónimo de vitalidad. Como lo más importante. Cuando empiezan a aparecer los cliché que ya se ven venir uno empieza sin darse cuenta a repetirse a sí mismo y es lo peor que te puede pasar. Trato de pensar de otra manera, ver en perspectiva.

gustavo sala tumor grafico

-¿Te interesa hacer historieta en un formato más largo?

-Casi todo mi trabajo es en formato breve (viñetas, tiras, historias breves). En 2 meses sale mi primer libro largo, una historieta de casi 100 páginas que empieza y terminar, coescrita con Ignacio Alcuri, un amigo y guionista uruguayo con el que hice varios shows y empezamos a hacer una especie de experimento en el que vamos improvisando el guión como si fuera un diálogo o un chat en el que nosotros somos los personajes.

-¿Y cómo es el resultado?

-Es un delirio. Hay un punto de partida y vamos improvisando la historia desde lo que se nos va ocurriendo. El libro lo presentamos en agosto en un evento de comic en Rosario. Lo tengo que terminar porque sale en la imprenta en un mes. Se llama “Parto de nalgas”. Será mi primer libro en colaboración e historia larga.

-En ningún momento usás el término “novela gráfica” ¿Qué te parece ese concepto?

-Evité decir esa palabra porque me parece una especie de recurso de marketing de las librerías. Si vos decís novela gráfica y yo historieta gráfica, tiene mucho más glamour novela gráfica. Básicamente es eso. Cuando se empezó a hablar de novela gráfica empezó a perder culpa la palabra historieta. La palabra historieta tiene como una culpa histórica, peyorativa, que a veces somos los propios dibujantes responsables por esa carga histórica como si la historieta fuera menor.

-¿Con el término novela gráfica se acercaron nuevos lectores?

-La palabra novela ya tiene como un status. Es como un adjetivo pelotudo. Como decir película, largometraje o film y estamos hablando de lo mismo. Es verdad que cuando empezó lo de novela gráfica con más frecuencia, la gente se empezó a dar cuenta que había historieta para adultos, con temáticas complejas o más personales o con otro tratamiento. Apareció un público en el que la palabra historieta era solo para chicos, para superhéroes o manga. Y hay muchas otras cosas.

-Tus historietas se pueden leer en muchos medios ¿cómo es publicar en tantos lugares y no perder tu estilo?

-Es como un ejercicio en donde acomodás tu cerebro de acuerdo al tono o la búsqueda que vos pongas en cada medio. Cuando trabajo para Barcelona tengo un imaginario o un universo en el que manejo cierto tono; con Bife Angosto del suple NO de Página12 que es más de rock y tiene otro público uso otro universo; cuando hago algo para Fierro hace que sea más experimental y puedo aprovechar a probar cosas. Básicamente uno lo que busca es hacer lo que quiere siendo libre y aunque sean diferentes  medios, tiras e historietas estén identificadas con la voz del autor.

-¿Cómo funciona el humor en tiempos de crisis?

-Creo que en tiempos con la complejidad política y este avance internacional de la derecha, que es como una especie de amenaza a las libertades, el humor debe tenerse como más presente que nunca. Casos como la censura contra la Revista Barcelona o el juicio de Cecilia Pando contra la Revista Barcelona, en vez de amilanar y que los humoristas arruguen hay que redoblar la apuesta y ser más guachos, más incómodos y joder más para ofender a la gente más chota. Creo que los que hacemos humor tenemos un poco la meta de romper las pelotas.

Tumor gráfico” fue plublicado por el sello Hotel de las Ideas, una editorial que da a conocer historieta argentina nueva. Se realizó una preventa para recaudar fondos para la edición y quienes participaron se llevaron, además, un fanzine hecho por Gustavo Sala.

GUSTAVO SALA: HISTORIETISTA NO GRATO PARA LA COMUNIDAD JUDÍA

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-¿Cuál fue el chiste por el que más te putearon?

-Ligué puteadas por chistes con el Indio Solario y Charly García. Pero con el que más me putearon fue con una de 2012 de la tira David Gueto que salía en el suple NO. Me trataron de nazi, de antisemita y me comí puteadas, amenazas y juicios. Fue una cuestión escandalosa. Uno está acostumbrado, es parte del juego, el humor está muchas veces expuesto al escándalo y a la gente que se indigne porque indignarse es gratis y muy fácil.

-¿Pediste perdón por ese chiste?

-Estaba tan anonadado y estupefacto por lo que se había generado y la escalada de amenazas hacia mi persona que puse como una especie de texto en el que contaba mi búsqueda del humor, que era sin mala leche con nadie y que si uno se había ofendido no era la idea. Fue algo parecido a una disculpa, fue explicar algo así como “me encanta que te ofendas, pero el antisemita era el personaje no el autor”.

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04/06/2016