Sábado 27 de abril | Mar del Plata
25/04/2015

Rudy, humor de diván en un mundo absurdo

El humorista Marcelo Rudaeff presenta este sábado a las 21 en el Club del Teatro su monólogo psi “Todo sobre mi diván 2015”. “Soy alguien con un micrófono que intenta que la gente que está del otro lado se ría”, simplifica.

Rudy, humor de diván en un mundo absurdo
(Fotos Kito Mendes)

Psicoanalista, psicoanalizado, neurótico, absurdo. Son solo algunas de las palabras que pueden empezar a describir a Rudy –Marcelo Rudaeff-, quien este sábado a las 21 presentará su monólogo de humor psi “Todo sobre mi diván 2015”, en el Club del Teatro, Rivadavia 3422. ”. “Soy alguien con un micrófono que intenta que la gente que está del otro lado se ría”, simplifica.

“Hoy está de moda decir `stand up´, que es formalmente lo mismo que el monólogo de humor, pero siento que ya un generación más chica que la mía está identificada con el stand up. Con ciertas formas y temas que tratan, que tal vez no son los míos. Por eso, con todo respeto, lo llamo monólogo de humor”, dice Rudy sobre lo que es o no es “Todo sobre mi diván 2015”.

El público que sigue a Rudy va de los 40 años para arriba, ya que el autor considera que son con quienes “comparte una mirada” y, si bien plantea siempre que su público se analiza, dice que “no necesitan analizarse para entenderlo, pero sí saber que existe algo llamado terapia y alguna gente va”.

“Yo tengo experiencia como psicoanalista, pero mucho más como paciente, desde el paciente es donde más se aprende. Freud dijo que `para ser buen psicoanalista hay que psicoanalizarle´”, explica Rudy como para intentar cerrar ese concepto de “humor psi”, con el que define su monólogo.

-¿Desde qué lugar hacés humor?

-Yo estoy mirando desde donde suelo ver el humor, que es desde la pregunta, no de la respuesta. Yo no tengo certeza de nada y si tengo certeza de algo seguramente voy a estar equivocado. Desde que todo me parece medio absurdo, empezando por mí mismo.

-¿Te considerás absurdo?

-Yo me considero un absurdo. Un amigo mío dice: “Que mal hechas que salimos las personas, le salimos mal a quién sea”. No sé qué sería bien, pero ese humano/animal si hubiese salido bien tal vez sería un aburrido. Los psicoanalistas dicen que lo que te moviliza en la vida es el deseo y ese desea está vinculado a la falta.

-Ser humano absurdo en un mundo absurdo, tiene sentido.

-Quizá uno de nuestros “peores defectos” sea el de no ver nada y pensar que uno está fantástico. Quizás también es una de nuestras virtudes esas, porque así como no ver nada sería un desastre, ver todo capaz que también.

-¿Y desde qué lugar partís entre no ver nada y verlo todo?

-Desde ese extraño equilibrio, donde algunos somos más neuróticos, es desde donde yo parto. Y digo que hago humor psi porque estoy acostumbrado a hablar desde arriba de un diván. Soy de esos que cuando hablan cuentan la vida como si el otro fuese un psicoanalista, algo que no es tan raro que suceda.

-¿Qué cosas contás?

-Cuento cosas que me llaman la atención, digo que soy neurótico mandato cumplido, inseguro contra terceros. Cuento que como tengo problemas consulto, yo consulto, esa es mi virtud. Y en el monólogo pasó por médicos, psicoanalistas y sacerdotes que supuestamente fui consultando.

-¿Y qué te llama la atención?

Cosas que no entiendo, como los medios y esa particularidad que tienen que una casa la dicen así o de otra manera. Tomo cosas que ni siquiera son una noticia y voy jugando. Pero siempre doy por entendido que no entiendo.

Rudy

***

Rudy es, desde el surgimiento de Página /12 en 1987,  co-autor del chiste de tapa del diario junto a Daniel Paz y coordina el suplemento semanal de humor Sátira/12. También es columnista del quincenario Acción, Malestar y Monitor y tiene publicados más de 50 libros de humor. El último Sigmund Freud, vida y milagros (Editorial Galerna, 2014) es una  biografía del creador del psicoanálisis en tono de humor.

-¿Cómo preparás el material para las diferentes formas en que hacés humor?

-Un poco el medio o el soporte te va a diciendo qué es lo que funciona. En humor gráfico, en el chiste diario, somos dos Daniel Paz y yo, y uno sabe que hay un dibujo, hay poco espacio y que esas palabras las tiene que decir alguien. Ya uno lo imagina como diálogo. El dibujo refleja la época, antes teníamos de personaje a un militar y ahora están, no sé los garcap que surgen de la crisis del campo o dos señoras caceroleras. Que no significa que tal vez no sean los mismos militares, pero sino reflejan la figura de quién escuchás la mayor “gorilada”.

– ¿Y para armar el semanario Sátira/12?

-Con eso tenemos que pensar un tema el lunes del que la gente va a seguir hablando el sábado. Somos un grupo y entre todos pensamos las vetas de ese chiste. ¿Qué implica que mañana haya elecciones en Capital Federal? ¿implica una pelea interna en el PRO? ¿implica que el chiste sale el sábado y hay veda electoral? ¿implica que si son PASO estás eligiendo a quién vas a elegir?

-¿Cómo se piensa un libro de humor?

-Al libro lo tenés que pensar que es algo que va a durar bastante tiempo. Al menos esa es mí expectativa, provocar algo con ese libro. Primero que la gente se ría y para seguir provocar cierto pensamiento, cierta sorpresa y una risa que no sea tan fácil.

-¿Por qué decidís hacer libros?

Uno viene de una vieja cosa en dónde los libros duraban. No voy a hacer nunca ni Hamlet ni el Quijote, pero uno tiene la fantasía de que alguien en algún lugar del mundo tenga ese libro. Como todos tenemos esa falsa fantasía de inmortalidad y sabemos que no podemos. ¿Cómo hacemos para durar un poco más? ¿cómo hacemos para que quede algo?. Los libros son una manera posible para que algo dure.

-¿Qué diferencia encontrás con el monólogo, donde tenés contacto directo con el público?

-Es otra historia. En los libros no sabés, pero sabés dónde pusiste algo para que se rían. Los monólogos tienen eso que tiene el fútbol, que hay revancha cada diez segundos. Si en este chiste no se engancharon seguís el desarrollo.

-¿Preferís el chiste largo o corto en el monólogo?

-No creo que haya que hacer un largo entre de desarrollo, sino que me gusta que sea cortito. Hay un relato, pero lleno de lugarcitos para que la gente se ría. Hay que disfrutarlo a lo largo de todo el trayecto.

-¿Usás siempre el mismo monólogo?

-Me vuelvo un poco maoísta con esto de la revolución cultural, pero mis monólogos están constantemente haciéndose. De repente se me ocurre un chiste que va con la coyuntura y lo digo, pero hay una base que es la habitual.

¿Cómo lo preparás?

-Lo que hago cuando pienso un show, que después no sale, es pensar como una secuencia. De qué quiero hablar y de qué tengo cosas para decir.

-¿Existe algún límite para hacer humor?

-El humor no tiene límite, los humoristas sí. No hay un tema con el que no se puede hacer humor. Pero hay lo que es un chiste y lo que no. Por ejemplo, la agresión para mí no es un chiste. Si yo te pego, después no te digo “vos no sabés entender un chiste”. La agresión es un límite que yo quiero tener. El reírse de víctimas de cualquier situación no me causa gracia. Pero sí me río del tema, del agresor, de cómo los que investigan sean mediáticos, por qué no te vas a reír a raíza de la confusión que se crea desde la investigación.

-¿Y cómo te figurás ese límite?

-Vos no sabés qué le duele al otro, pero te lo imaginás. Yo no quiero tener intencionalidad en causar dolor. Y con agresión no me refiero a que no haya agresividad o burla en el humor. Uno pega cuando hace humor político, pero le pega a la contradicción.

-¿De qué cosas te reís?

-Me río más de ciertas características que de la persona. Ahí aparece cierta cosa ideológica, me río  de esos sectores que solo les interesa la guita.

-¿De qué cosas no harías chistes?

-No haría chistes sobre la muerte del fiscal Nisman. Ahora sobre la vida, lo que investigó sí. Cómo lo toman los medios, sí. Y me río tranquilamente porque no hablo de la muerte, sino del después. No me voy a burlar de alguien porque lo hayan matado o se haya matado.

-Claro, decís que el estar muerto no lo hace inimputable por lo que hizo.

-Inimputable sí, por lo menos hasta aquí. Aunque tal vez surgan los juicios virtuales a los muertos. Pero no sé, no demos ideas.

Ideas, ideas es algo que le sobran a Rudy, aunque diga que no entiende por qué.

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25/04/2015