“Maldita Ramona es estar cumpliendo el sueño”
Los marplatenses se presentarán el sábado, desde las 20, junto a Dementra en Casa Rock. El cantante del grupo, Matías Anuncibay dijo que grabar el primer disco fue “abrir la cabeza” y que eso les cambió la concepción de la banda.
Maldita Ramona le debe su nombre a un viejo bar de la noche marplatense. También le debe la historia de algunas de sus canciones, que van por ese derrotero que es el desamor (o el amor). El resto de lo logrado por la banda se lo debe a sí misma, al trabajo, a la constancia, a su sonido. Ese sonido que llevarán este sábado a Casa Rock –Córdoba 2580-, cuando desde las 20 se presenten junto a Dementra.
Maldita Ramona se formó en 2012 con Matías Anuncibay en voz, Gonzalo Quinta en batería, su hermano Bruno en bajo y Maxi Gándola en guitarra. A los pocos meses incorporaron a una quinta integrante, desde la cantera entró la hija de Matías en teclado y sequencer, Nahiara con tan solo 9 años.
La banda decidió grabar sus temas de entrada, ya en diciembre de 2012 ingresaron a estudio y al año siguiente ya tenían casi todo su primer disco listo. “Fue abrir la cabeza grabar, nos cambió la concepción de la banda”, cuenta el cantante del grupo, Matías.
Maldita Ramona se tomó las cosas en serio desde el principio: trabajaron con pistas para tener un sonido prolijo, cuidaron la imagen, hicieron sesiones de foto y pensaron en puesta en escena para los show. Se puede decir que pensaron en cuidar el producto y en cómo presentarlo.
“Si hacés las cosas bien desde el principio obtenés otros resultados”, dice Matías, contento con el presente de la banda, que ya se presentó en escenarios importantes de la ciudad y en otros lugares del país, como Tecnópolis.
El primer disco, llamado también “Maldita Ramona” está compuesto por diez canciones de rock/hard rock. Este trabajo nunca lo pudieron presentar de manera oficial, ya que en diciembre de 2014, paralelamente a la salida del álbum, asaltaron a Bruno (bajista) y los delincuentes no solo lo robaron sino que también le quebraron el brazo.
El verano lo sortearon con bajistas invitados. De esa manera se presentaron a un ritmo intenso, de un show cada unos 15 días. El tiempo pasó y presentar un disco que había salido hacía seis meses les pareció una idea casi ridícula.
El disco de Maldita Ramona está considerado de interés cultural por la Municipalidad. “No te cambia nada, pero da un pequeño plus. Sirve, es un mimo. Es como que te entornen un poco la puerta, pero si no hacés nada después se vuelve a cerrar”, dice al respecto el cantante.
La banda tiene proyectado irse a una gira por España en 2016 y ya se encuentran preparando las canciones de lo que será el segundo disco. “Hacer las cosas bien”, eso es lo que intenta hacer Maldita Ramona.
-¿Qué es la banda hoy para vos, Matías?
-Es el leitmotiv de mi vida. Es estar cumpliendo todo los días el sueño.
TECLADISTA DE LA CANTERA
Nahiara entró a Maldita Ramona cuando tenía 9 años. Hoy tiene 12, toca el teclado, maneja el sequencer y hace los coros. “Entró mi hija porque usábamos un sonido con una parte de pistas, pero necesitábamos un sonido más humano. Hoy no está en discusión, es una integrante más de la banda.”, dice Matías, su viejo.
“En Tecnópolis fue muy gracioso”, recuerda Matías y agrega: “Cuando nos suben el teclado les pido que lo bajen porque tocaba mi hija y no lo podían creer. El sonidista se quedó todo el show atrás de ella y cuando nos vamos nos dice: `La verdad, que hasta que no tocaron el segundo tema pensé que era mentira´.
