Lunes 29 de abril | Mar del Plata
08/12/2016

Peces Raros, trance bailable de rock y electrónica

La banda platense lanzó “Parte de un mal sueño”, uno de los discos del año, y se presentan en el festival Energía Divina, en el Muelle de los Pescadores. “Siempre nos gustó la idea de la explosión, esa necesidad de bailar horas”, cuenta Marco Viera, guitarrista del grupo.

Peces Raros, trance bailable de rock y electrónica
(Foto Luciana Aldeganis)

Los que crecieron postcrisis 2001. Los que eran todavía chicos para sufrir Cromañón como una herida propia. Los que nunca adoptaron sin esa solemnidad impregnada en el rock nacional, ni hicieron culto del aguante para llenar estadios. Los que aprendieron a crecer en tiempos de cambios, veloces, luminosos, anfetamínicos. Los que bailan horas sin parar, pasan noches sin dormir, entran en trance. Ese pulso generacional se esconde en la electrónica y ese pulso es el que atraviesa a la actualidad de Peces Raros, la banda de rock que viró hacia la electrónica, la fusionó y la transformó en uno de los discos del año en Parte de un mal sueño.

Peces Raros se presenta este jueves a la noche en la segunda fecha del Festival Energía Divina, desde las 22 en el Muelle de los Pescadores -San Martín y La Costa-. Compartirá escenario con Los Espíritus, Salam Aleikum, PCC Maxi Souto, Mariano Martínez y  Los Bandidos del Perú.

Peces Raro nace en La Plata, formada por estudiantes de la Facultad de Bellas Artes. Músicos jóvenes explorando un mundo de sonoridad, un mundo que en 2014 dieron en llamar No gracias, 11 canciones de herencia brit rock.

No gracias, como foto de Peces Raro duró poco, se veló casi de inmediato. Después de la presentación se fue el bajista y quedaron Lucio Consolo (voz y guitarra), Marco Hugo Viera (voz, guitarra y teclas) y Benjamín Riderelli (batería y percusiones electrónicas) tambaleando.

En esos tiempos las noches se empezaron a volver fiestas, las fiestas música electrónicas y las canciones interminables, rulos de sonidos, de ritmos, de euforia, de celebración.

Entendimos que en ese lenguaje musical de la electrónica hay algo estructural que nos gustaba mucho: el no detenimiento de la música aunque pasaran horas y horas”, recuerda Marco de esos acercamientos a la electrónica, del inicio de la mutación de Peces Raros.

Peces Raros 3

Peces Raros estaba con disco nuevo, pero sin el bajista que era uno de sus cantantes. Peces Raros había aparecido en la escena con un sonido de rock con guitarras bien trabajadas, pero ya sentían que ese sonido les había quedado viejo, que era el pasado de todo.

En ese proceso consiguen invitar a José Manuel Lescano para que se ocupara del bajo y comienzan a ensayar, no pensando en pulir el vivo de No gracias, sino en encontrar la manera de emular lo que hacían los djs, ese fluir de una canción a otro para que la música nunca se apagara.

Nos empezó a ocupar el tiempo del ensayo el pensar cómo llegamos de una canción a otra. Porque la canción ya estaba hecha y con sus arreglos. El desafío estaba ahí: qué elementos tengo en común entre las canciones para generar una transición sutil, para que no te des cuenta cuándo dejás una canción y entrás en otra”, recuerda el guitarrista.

“Surgió la necesidad de materializar eso en un disco, porque la gente lo escuchaba en vivo y a la hora de ir a buscarlo se encontraban con No gracias y era algo distinto. Por eso Parte de un mal sueño fue un disco muy urgente”, cuenta Marco y agrega: “Incursionamos en el mundo de la electrónica con el nuevo bajista y queríamos mostrar que Peces Raros es esto, no lo que quedó del pasado”.


-Pasan de un sonido rockero algo con presencia electrónica ¿tenían miedo de quedar aislados?

-Quedamos aislados de la movida. El disco No gracias estaba girando, teníamos repercusión mediática, la gente nos escribía que querían vernos en vivo y mientras preparábamos algo que no tenía nada que ver. Encima, como es esa historia en Argentina entre el rock y la electrónica, que por un momento conflictuaron. Ahora ya conviven, se retroalimentan y está todo joya.

-¿Te referís a esa memorable pelea en televisión entre Pappo y dj Dero, que El Carpo le dice “búscate un trabajo honesto”?

-Claro. Eso que pasa con Pappo fue un síntoma, un exponente de lo que pasa en el circuito under. Veníamos de algo rockero y nos metímos en un mundo que nos gusta, con la certeza de estar haciendo realmente lo que nos interesaba hacer, con la premisa de salir a bancarlo. Había incertidumbre linda. Mayoritariamente la respuesta fue positiva, hubo gente a la que no le gustó ni medio el cambio.

-¿Cuál fue la búsqueda estética en Parte de un mal sueño?

-Para generar una estética sonora la repetición es un recurso muy útil y nosotros nunca fuimos partidarios de eso. Pero en Parte de un mal sueño logramos una homogeneidad, no por una repetición textual, sino a la recurrencia a materiales que habían sonado antes. Hicimos como una economía de recursos y el lenguaje que buscábamos reproducir tiene sus jeites, como bajos en primer plano en la mezcla con figuras súper rítmicas.

-¿La idea es seguir intensificando ese lenguaje y estética?

-El tercer disco no nos gustaría que salga un volumen II de Parte de un mal sueño, si bien ya encontramos un camino a seguir.

-¿Cómo es hacer un disco de rock con electrónica bailable en la ciudad que es el epicentro de una movida indie liderada por una banda como El Mató a un Policía Motorizado?

-No nos sentimos identificados con la música de tempos lentos e introspectivos. Siempre nos gustó la idea de la explosión. Esa necesidad de bailar horas y horas, bien arriba, un poco es el pulso de nuestra generación. La electrónica se empieza a meter en todos los géneros, a invadirlos, la electrónica es síntoma de nuestra generación. Y nos pasa eso, entramos en trance con esas sonoridades y es estructural con la estética de nuestra generación.

Y la electrónica se les metió a Peces Raros. Parte de un mal sueño es una de las mejores apariciones del año en la música argentina. Un sonido renovado para un rock al que se lo suele respetar demasiado como para buscar cambiarlo, como para exigir un cambio. Vivimos en tiempos acelerados y si la música en nuestras cabezas nunca va a parar, que bien que Peces Raros sea lo que esté sonando.

Ver más: , , , , , ,

08/12/2016