Cuestión de fe
Editorial QUÉ, en la radio
Otra vez detuvieron al mismo pastor del mismo templo por las mismas denuncias: estafador, explotador, abusador, chanta. Usar la religión para sacarle plata a los fieles, para controlar a los fieles, para someter a los fieles. La religión mal entendida es todavía más peligrosa que la bien entendida.
La fe, eso tan intangible que llena de esperanza a la gente, esperanza que llevaba a pensar que una Municipalidad fundida iba a pagar aguinaldos, que un empresario sin escrúpulos iba a pagar indemnizaciones, que un Ministerio de Trabajo iba a estar del lado de los trabajadores.
Otra vez hay gente que cree y gente que se aprovecha de los que creen. Los que depositan la fe en algo y los que buscan depositar algo en sus cuentas. Usar a personas vulnerables, aprovecharse, engañarlas. La religión mal entendida es un placebo para aceptar una sociedad injusta, la bien entendida tal vez también.
Cuestión de fe, cada vez hay más cuestiones de fe. Como los casos de corrupción de un lado y de otro, como un pastor que en la panadería hace trabajar a sus fieles, como el fútbol, como el aguinaldo, como la escuela.
Tantas cosas se resumen a una cuestión de fe.
