Cambio de favorito
Editorial QUÉ, en la radio
Cada gobierno, cada gestión, cada período tiene un mecenas. Alguien a quien le debe favores y le retribuye. Pulti, Scioli y tanto más quedaron en evidencia con la relación que tenían con Florencio Aldrey Iglesias.
Quedó todo en evidencia por cómo gobernaban, dónde gobernaban y para quién gobernaban. El intendente otorgaba concesiones irrisorias, exenciones injustificadas y miraba hacia otro lado cuando el foco estaba puesto en su nariz.
El exgobernador, excandidato a presidente y tal vez excuadro político utilizaba como oficinas el Hermitage. Primero, siempre, saludaba a quien debía saludar y luego hacía lo que tenía que hacer –cuando había algo que hacer-.
Arroyo, entre tanto quilombo, emergencia, neonazi suelto y la mar en coche, plantó bandera contra Aldrey Iglesias. Primero con revocarle un alquiler millonario en Capital Federal, luego con quitarle beneficios impositivos.
Claramente a Iglesias le dice “hasta acá”. Por fin alguien se pone contra el monopolio mediático de manera indirecta al menos. Tampoco hay que celebrar prematuramente, el paradigma cambia, un favorito se voltea solo para que otra aparezca. La pregunta es quién, cuándo y qué tan cerca del arroyismo.
