Lunes 29 de abril | Mar del Plata
07/06/2016

Hay vida después del periodismo

Por Juan Manuel Salas | Editor de QUÉ Digital

 

PERIODISMO MUERTO BYN

Al periodismo lo cagaron a tiros, lo hirieron de muerte, lo dejaron agonizando, tirado en un baldío, olvidado y los periodistas no hicieron nada al respecto, no cubrieron la información, no llegaron a la primicia. Estaban muy ocupados defendiendo los intereses económicos ajenos, como si fueran ideales propios, que se perdieron la noticia.

Tantos funerales tuvo el periodismo, con tantos sicarios contratados, operadores políticos disfrazados de periodistas que en vez de inquietar al poder se sodomizan debajo de él; en vez de buscar información reciben carpetazos; en vez de criticar, denunciar y señalar buscan ensuciar. Qué triste el funeral constante del periodismo.

Al periodismo parece que lo mataron en medio de una guerra entre bandas que se jugaron al país en una timba. Daño colateral le dicen algunos a esos periodistas que fueron como carne de cañón y ahora son carne picada sin forma ni nombre. Algo descartable que usaron y tiraron por ahí.

Y en el funeral del periodismo hicieron la fácil y putearon a los Magnettos, Iglesias, Szpolskis, Olmos, Fontevecchias, Mitres. Ahora que se dan cuenta de que los medios son empresas, y que el cadáver del periodismo está todavía caliente, putean a empresarios que hicieron, hacen y harán todo por hacerse ricos. Descargarse contra el axioma del empresario y no contra los que los avalaron, financiaron, contrataron.

Al periodismo no lo defendieron los periodistas, que estaban muy ocupados recibiendo premios, sacándose selfies, participando en concursos de baile, de moda, de lo que sea.

Y en ese funeral del periodismo, los que habían sido criticados se pusieron contentos por una muerte que incomodaba; los que eran halagados se sintieron desahuciados y a las personas que no fueron invitadas al funeral les dio lo mismo, porque el periodismo para ellas ya estaba muerto desde hace rato.

Tal vez el funeral del periodismo fue financiado con lo último de la pauta oficial kircnherista. Tal vez el funeral del periodismo fue financiado con la plata que entra de blanqueos, esa plata que está prohibida informar por los periodistas que pueden ir presos por preguntar.

Triste funeral este del periodismo en el que los periodistas se dedicaron a informar cómo estaba vestida la primera dama, lo que había escrito alguien en su red social, la última teoría de la muerte de un fiscal, lo mal que ahora funciona eso que en 12 años nunca funcionó.

El periodismo enterrado es el de los grandes medios, que si no es independiente bien muerto está. 

Celebremos el periodismo independiente o celebremos la muerte del periodismo sin llanto ni  culpa.

Feliz día periodistas independientes, feliz día a esos pocos valientes.

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07/06/2016