Los grandes ladrones
Editorial QUÉ, en la radio
Los grandes ladrones roban donde duele y la justicia no llega. Roban y llegan a tiempo para tomar un café en un bar de moda o en uno con vista al mar.
Los grandes ladrones le roban horas a sus empleados. Les roban el sueldo, la obra social, los francos y las vacaciones.
Los grandes ladrones tienen empresas fantasmas en Panamá, evaden unos millones para tener más millones o usan información de pobres para hacerse más ricos.
A los grandes ladrones no los para la policía para pedirles documento. Uno no cruza de calle al verlos de noche, uno no los ve en la calle, uno no los ve de noche.
Los grandes ladrones tienen las manos manchadas con sangre, el alma manchada con sangre, la conciencia manchada con sangre. Y esa sangre es la nuestra, porque los grandes ladrones realmente nos afanan todos.
