¿Dar es dar?
Editorial QUÉ, en la radio
Ser solidario es mucho más que dejar un café pago, regalar zapatillas rotas o un sueter apolillado en pleno verano. Dar algo que a uno le sobra a alguien que en realidad necesita otra cosa solo sirve para limpiar la conciencia de uno. Dar no siempre es dar.
Dar una moneda al mendigo que vive en la calle y cruzar. Sentir vergüenza, pero dar una moneda.
Sentir asco, pero dar la moneda. Cruzar, seguir, olvidarse y después dar la moneda. La solidaridad tiene que ser más que esa moneda.
Hay personas abandonadas por alguien, por algo, por todos que piden, que necesitan, que reclaman. Acampan en la municipalidad, extienden su mano en la calle, levantan una pancarta.
Existen. Aunque los nieguen existen. Y la moneda no alcanza para todos. Dar, pero a quién.
Ser solidario no es salvarle la vida a todos. O solucionar el abandono con cheques mágicos, con la moneda. Ser solidario no solo es dar la moneda, también es mirarlos, escucharlos, no cruzar la calle, hacer propio un reclamo, un problema, una lucha ajena. Ser solidario es dar, dar uno mismo a los demás es dar.
