Más allá
Editorial QUÉ, en la radio
Más allá la ciudad sigue, tan llena de calles, de barrios, de gente. Más allá la ciudad tiene sus reglas, sus necesidades, sus héroes y desgracias.
Más allá de la ciudad también llueve y hace calor, pero el agua de ese cielo inunda todo y el sol que calienta las playas de por acá, los sofoca y atormenta. Pero igualmente más allá de la ciudad lo soportan, porque no les queda otra que soportar.
Algunos hablan de que más allá de la ciudad la gente tiene problemas, los chicos trabajan, las mujeres trabajan, los hombres trabajan, abuelos y abuelas trabajan, los perros trabajan. Porque más allá de la ciudad el que no trabaja para comer no puede vivir. Porque más allá de la ciudad están condenados de vivir igual, aunque no haya trabajo.
Lo que pasa más allá de la ciudad parece otro mundo lejano, parece el pasado superado; de fábricas, de chacras, de explotación, de miseria, de trabajo infantil, de ajustes de cuentas, de drogas. Lo que pasa más allá de la ciudad no se ve ni en televisión en la ciudad.
Más allá de la ciudad es cada vez más cerca, aunque nadie lo quiera creer. Aunque todos piensan que están en la ciudad, todos están cada vez más allá de la ciudad.
