Semana social
Editorial QUÉ, en la radio
Son unos días, tres días, en lo que Estado e Iglesia se juntan a debatir un poco sobre el mundo. Tres días, debatir sobre el mundo, menos mal que tenemos un Estado que se junta a debatir con la Iglesia sobre el mundo, la globalización y sus problemas.
Paralelamente también hay una suerte de “contra Semana Social”, por decirlo de alguna manera, en la que ateos y sindicatos debaten sobre el mundo, el Estado y la necesidad de que las estructuras sean laicas.
Entre los que creen y los que no creen está la historia del mundo, contada por los dos. Y se puede seguir debatiendo 3 días por año qué hacer con ese mundo. Cómo ayudar a ese mundo y a todos los que vivimos en él.
Y los laicos podrán decir una frase ya dicha que “con toda la plata que tiene el Vaticano se acaba el hambre en el mundo”. Y los religiosos podrán contestar que “el 90% de la riqueza mundial la tiene el 10% de la población”.
Y un lugar en común tiene que haber en alguna parte, debe haber un punto en común en alguna parte. Estamos todos condenados en el mismo mundo, laicos y no laicos por igual o creyentes y no creyentes por igual.
Umberto Eco escribió un libro junto a Carlo María Martini llamado “¿En qué creen los que no creen?” El escritor y el Obispo de Milán se mandaron cartas, entendieron que lo que alguno puede llamar mandamiento, otro lo puede llamar guía ética, que lo que alguien llama creer en Dios otro lo llama humanidad. Lo que uno lo llama solidaridad y hacer el bien, el otro también.
Tal vez todavía no podamos encontrar un punto en común, en el que todos estén contentos, pero entendieron que vale la pena seguir buscándolo.
