Martes 14 de mayo | Mar del Plata
19/12/2014

Tomar decisiones

Editorial QUÉ, en la radio

 

Sucede que algunas veces no queremos tomar más decisiones, no queremos pensar más. Decidir es ser libre, es llevar la vida a dónde uno quiera. Pero la pregunta es dónde. Uno ve a todos esos zombies por ahí andando, parecen felices, no pensar los hace felices.

La mejor decisión alguna vez tiene que ser cerrar los ojos, bajarle volumen a  la vida y no pensar en nada más, en nadie más, ni siquiera en uno. Ni siquiera en la política, el deporte, la seguridad, la educación. En nada. Dejarse llevar. Ir, ir por la necesidad ancestral de andar, porque quedarse quieto es pensar y si uno piensa tiene que decidir. Y decidir cuesta sangre.

Sucede que el mundo sigue girando, sin importar si uno se marea o no. Y alguna vez nos mareamos, todos nos mareamos en esta calesita. Pero cuando eso pasa hay que vomitar, una, dos, mil veces. Vomitar, recomponerse y volver a agarrar la sortija para una vuelta más.

Hay veces que la mejor decisión no existe, el error está en todas partes. Los zombies no cometen errores porque no piensan. Equivocarse es vivir y la felicidad también cuesta sangre.

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19/12/2014