Vamos por más
Editorial QUÉ, en la radio
La marcha fue emocionante, fue histórica, fue de a miles, miles en serio y de todos los sectores políticos y sociales. #NiUnaMenos es exigencia, es reclamo y es castigo. Falta mucho, siempre parece que falta mucho, que falta tanto, que no es suficiente, que se consigue algo y que vuelve a faltar.
Por fin todos concordamos: fue una tarde única, fue una convocatoria multitudinaria, una convocatoria dolorosa. Dolorosa porque había muchas víctimas de violencia, de abuso, de acoso. Dolorosa porque había familiares de víctimas. Dolorosa porque la marcha era necesaria.
El golpe de efecto que llevó al hashtag de #NiUnaMenos a convertirse trending topic en Twitter no fue ni será inmediato en la sociedad. El golpe inmediato lo recibió ayer una chica de 20 años, como tantas chicas de tantos años, que fue golpeada por su pareja, fue pateada en el piso y la tuvieron que llevar al hospital.
En el resto del país la gente marchaba contra la violencia de género. Ella no. Una chica embarazada de seis meses pasó la tarde del 3 de junio internada en el hospital, con miedo de perder el embarazo, porque un hombre, su pareja, la cagó a trompadas.
Decimos #NiUnaMenos, pero lo decimos en serio. Que la política recoja el guante y esté a la altura del pueblo al que representa. De las mujeres a las que representa. Que todavía falta mucho, pero va a faltar menos si empiezan, si empezamos, a hacer algo serio.
