Marihuana desaparecida: piden 3 años y 8 meses de prisión para un policía
En el marco de una investigación iniciada en 2017, en los últimos días se inició el juicio contra tres efectivos. Para dos de ellos la fiscalía solicitó la inhabilitación por dos años.
La causa se inició en 2016 a partir desaparición de tres ladrillos de marihuana que fueron incautados en el mar durante un operativo que tuvo lugar el 31 de diciembre y apunta a tres policías de la subcomisaría Casino: el jefe de calle –presunto responsable del destino desconocido de la droga- y otros dos policías de la delegación, acusados de no haber denunciado la irregularidad al notar que la marihuana había desaparecido. Pasados dos años, en los últimos días se inició el juicio oral y público en el que la Fiscalía pidió la pena de tres años y ocho meses de prisión para el primer efectivo y dos años de inhabilitación para los otros dos. Se espera para los próximos días el dictado de la sentencia.
En el Tribunal Oral en lo Criminal N°3 se llevó a cabo la semana pasada el debate que tiene como acusados a los policías Leonardo Ariel Pinto Garandán (oficial subinspector, jefe de calle de la subcomisaría); María Helvecia Nélida Baigorria (subinspectora, oficial de servicio); y Claudio Adrián Boriani (oficial principal, segundo jefe de la dependencia) por los delitos de “malversación de bienes equiparables” para el primero y “omisión de promoción de la persecución penal” para los otros dos.
En ese marco, el fiscal Javier Pizzo, de la Fiscalía de Delitos Económicos, solicitó en su alegato la pena de tres años y ocho meses de prisión más inhabilitación perpetua para Pinto Garandán, el principal acusado, y dos años de inhabilitación -el máximo previsto para el delito por ley- para los otros dos efectivos.
En cuanto a la acusación central de malversación, fuentes consultadas por este medio remarcaron que la figura penal no exige que haya apoderamiento sino simplemente exige que haya una violación de la cadena de custodia del efecto, en este caso de la droga hallada, algo que tampoco pudo probarse con total certeza que lo fuera ya que en las imágenes se observan los paquetes o envoltorios.
En cuanto al desarrollo de la causa y del debate, una de las dificultades probatorias que apareció fue la contradicción entre los testimonios brindados por testigos y por los propios imputados que se acusaron entre sí en torno a las responsabilidades que cada uno tenía.
De acuerdo a la reconstrucción de los hechos que figura en la causa que fue investigada por el fiscal Fernando Berlingeri, el 31 de diciembre de 2016 -y durante el desarrollo del Operativo Sol- Pinto fue notificado del hallazgo de “presunto material estupefaciente, presumiblemente marihuana, distribuido en paquetes con forma rectangular (tipo ladrillo) dos de ellos intactos, uno semi abierto y dos mitades” en la zona de la playa conocida como “Las Toscas”.
En ese sentido, y en su carácter de “superior jerárquico y responsable del Gabinete de Prevención de la subcomisaría Casino”, el funcionario policial se hizo cargo del procedimiento en el que inicialmente intervinieron efectivos de la Policía local y ordenó que se le entregara el material secuestrado y las anotaciones con los datos de los testigos del hallazgo.
Sin embargo, “incumpliendo sus deberes, no formalizó el acta correspondiente, no mantuvo comunicación alguna con el Ministerio Público Fiscal y sustrajo del ámbito de la administración pública los efectos secuestrados”, según consta en el expediente.
Posteriormente, en la sede de la subcomisaría, los efectivos Boriani y Baigorria -tras tomar conocimiento del secuestro del presunto material estupefaciente- “incumplieron la obligación que les incumbía de promover la investigación penal preparatoria correspondiente por infracción a la Ley 23.737, y omitieron toda comunicación al Ministerio Público Fiscal”.
EL ORIGEN DE LA INVESTIGACIÓN
Según consta a la denuncia presentada por tres agentes recién recibidos de la Policía local –que desempeñaron sus primeras tareas en el Operativo Sol-, el 31 de diciembre, durante la tormenta que se desató en la ciudad, fueron hallados tres ladrillos de marihuana flotando en el mar, en la zona del Torreón del Monje. Ante esta situación, llamaron a testigos e incautaron la droga. Luego dieron aviso al 911.
De acuerdo la denuncia de los agentes, la llamada al 911 la recibió el jefe de calle la subcomisaría Casino. Este policía, al llegar, les pidió que le entregaran la marihuana y las planillas con las actuaciones -donde figuraban los testigos civiles de lo que había pasado- y se fue. Pasaron los días y los agentes, al notar que nadie los llamaba para que firmaran las planillas, decidieron dar aviso a sus superiores, quienes les dijeron que realizaran la denuncia penal.
