“No hice ningún papelón y no soy corrupto, soy solo un trabajador”
El extitular del Emvial, Miguel Guzmán, que fue desplazado tras la polémica por un viaje en un auto oficial que no fue informado, rompió el silencio. Reconoció no haber puesto al tanto a las autoridades de un “descanso” que se tomó en San Luis y del accidente.
A tres semanas de haber sido desplazado de su puesto en medio de la polémica por un viaje realizado en un auto oficial a San Luis que no fue informado y que terminó con un accidente de tránsito, el extitular del Ente Municipal de Vialidad (Emvial), Miguel Ángel Guzmán, rompió el silencio a través de una carta publicada en Facebook. Dijo no ser corrupto y sostuvo no haber hecho “ningún papelón”, pero reconoció que no informó al intendente Carlos Arroyo sobre lo ocurrido.
Guzmán se tomó su tiempo. Después de tres semanas en silencio tras su salida del gobierno habló, dio su versión de los hechos –que hasta ahora nunca fueron aclarados tampoco por el gobierno municipal– y negó las acusaciones en su contra que se desataron tras una publicación del diario La Capital en la que se informó sobre un accidente de tránsito ocurrido con un auto oficial del Emvial en San Luis que no fue informado.
En concreto sobre aquel hecho Guzmán sostuvo que se dio en el marco de un viaje realizado a Córdoba para la reparación de un hidroelevador, reconoció no haber informado a sus autoridades sobre un “descanso” que se tomó en lo de su padre en Alto Pelado, San Luis, en medio del fin de semana y tampoco del accidente que terminó con la camioneta volcada.
Según su relato, en enero, “con el objetivo de agilizar y tratar de economizar recursos de la comunidad”, decidió viajar a Córdoba para ir a buscar un hidroelevador que se encontraba en esa provincia hacía meses por falta de pago.
“Para ello consulté con la administración del Emvial sobre cómo llevarlo a cabo, solicité un mecánico y un chofer de camión para que puedan verificar el estado del hidroelevador y sus reparaciones y me dieron la orden de compra con el detalle de las reparaciones de la empresa Axion”, detalló y sumó que además de ese traslado tenía asignadas dos reuniones en Capital Federal el lunes 11.
Siguiendo el relato, Guzmán sostuvo que el viernes 8 a la madrugada pasó a buscar a los dos trabajadores del Emvial y a su hija, que lo acompañó al viaje, y que por la tarde llegaron a San Francisco, Córdoba, donde fueron a la empresa para recuperar la máquina. Tras ello, según contó, los empleados municipales regresaron a Mar del Plata.
“Ya solo y como debía continuar mi viaje a la ciudad de Buenos Aires, pero como estaba el fin de semana por medio a las mencionadas reuniones, decidí descansar con mi padre en la ciudad de Alto Pelado, San Luis y dejar a mi hija pasar diez días con el abuelo”, señaló. Y sobre el accidente que derivó en que la camioneta termine volcada y que luego trascendiera la información, indicó: “En el recorrido hacia Alto Pelado, se pinchó la rueda trasera de la camioneta, mordiendo la banquina y produciéndose el descontrol del rodado con su posterior vuelco”.
Ante esa situación sostuvo que pidió ayuda de manera telefónica a su padre y a un conductor que pasó por el lugar, luego se acercó la policía para tomar conocimiento del hecho y fueron trasladados a la localidad de Beazley para realizar la denuncia pertinente. En tanto, siempre teniendo en cuenta el relato de Guzmán, la camioneta fue guardada en la casa de un familiar de su padre y luego quedó en un taller de chapa y pintura.
En cuanto a la vuelta –no detalló en qué vehículo- después de las reuniones del lunes en Capital Federal y la falta de comunicación de todo lo ocurrido al intendente Carlos Arroyo, Guzmán expresó: “El 14 de enero hice un informe interpretando de buena fe que se trataba de un suceso accidental en el marco de mi actividad oficial programada, motivo por el cual omití comunicarlo a las autoridades”.
“Me queda el sabor amargo de no haber tenido la oportunidad de darle más a mi querida Mar del Plata, tengo un gran sentimiento de dolor por todo lo expresado en los medios, pero lo entiendo, no me conocen, en los dos meses de gestión trabajé sin cesar con el corazón como siempre actúo y cada decisión que tomé fue pensando en optimizar los recursos para la gestión y la comunidad”, escribió luego del relato puntual de los hechos.
“No hice ningún papelón, no soy corrupto, y el viaje que realicé no fue de placer, soy solo un trabajador”, cerró la carta.
