Acompañantes terapéuticos apuntan contra la obra social de Camioneros por deudas
Denunciaron que la falta de pago afecta a más de 30 trabajadores y advierten por el futuro de las prestaciones.
Como parte de las históricas demandas laborales de quienes prestan servicios a personas con discapacidad, un nuevo reclamo emergió a raíz de la falta de pago a más de 30 acompañantes terapéuticos por parte de la Obra Social de Camioneros (Oschoca) que, aseguran, data de tres meses. Las y los trabajadores afectados denuncian que las familias afiliadas que expusieron reclamos ante la obra social fueron “amedrentadas” por la entidad bajo la posibilidad de “dejarlos sin trabajo”.
Mientras prestadores de discapacidad esperan una audiencia con el gobierno nacional ante la “crítica” situación que atraviesan por la precarización que sufren y que pone en riesgo la continuidad de prestaciones claves sobre todo para sectores vulnerabilizados, un grupo de acompañantes terapéuticos denunció la falta de pago por parte de la Obra Social de Camioneros en Mar del Plata.
Con una jornada de protesta realizada este jueves frente a la sede local de la obra social, más de 30 profesionales del área denunciaron deudas en torno a trabajos realizados hace tres meses, tal como sucede con retrasos reiterados -y que en algunos casos llegan a ser de años- en otras entidades de seguridad social.
“Están vulnerando derechos de personas con discapacidad, bloqueando de algún modo una prestación tan necesaria como es la de un acompañamiento terapéutico”, definieron como parte de una situación que calificaron de “emergencia” y que, aseguran, pone en riesgo la continuidad de la atención de cara al ciclo lectivo 2024.
Asimismo, denunciaron las familias afiliadas que también expusieron reclamos ante la obra social fueron “amedrentadas” por la entidad bajo la posibilidad de “dejarlos sin trabajo”.
La precarización en el sector de prestadores de discapacidad, que incluye numerosas profesiones como kinesiología, fonoaudiología y terapia ocupacional, entre otras, es histórica pero, en medio de la crisis social y económica, se profundiza y el poder adquisitivo de sus salarios frente a la inflación pierde aún más teniendo en cuenta que los pagos se concretan de 30 a 90 días después de la facturación, en el mejor de los casos.
Sin embargo, más allá de eso, las y los acompañantes terapéuticos desde hace tiempo arrastran conflictos puntuales por las obras sociales sindicales, estatales y prepagas y la falta de pagos que se correlaciona directamente con los derechos de las personas con discapacidad.
Es que, por ejemplo, algunas obras sociales sindicales, reguladas por la Superintendencia de Servicios de Salud, autorizan menos sesiones que las que indican las órdenes médicas y, por ejemplo, algunas como la obra social de hoteleros y gastronómicos acumulaba deudas con algunos prestadores desde el año 2020.
Y no solo los pagos atrasados de honorarios son una constante, sino también de valores desactualizados y que, en el caso puntual de los acompañantes terapéuticos, ni siquiera cuentan con un valor orientativo regulado por el nomenclador del gobierno nacional, que hace que cada obra social pueda fijar su propio valor, muy por debajo de los índices inflacionarios.
