Inflación en los barrios: relevan fuertes aumentos en servicios y alimentos durante julio
Según el Isepci, en el mes de julio los aumentos de los servicios como el gas y la electricidad duplicaron las subas registradas en alimentos.
El Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci) dio a conocer su Índice Barrial de Precios (IBP) correspondiente al mes de julio en el cual relevó que los precios de los alimentos en comercios de barrio subieron más de un 7% en promedio al tiempo que advirtieron por un fuerte aumento en los servicios como el gas y la electricidad incluidos en la canasta básica total que trepó a $214.000 y registró un aumento del 7,5%.
Como todos los meses, el Isepci junto a la organización Libres del Sur encabezó su relevamiento en 130 comercios de cercanía de barrios populares de Mar del Plata y Batán para elaborar una medición propia a nivel local del costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y de la Canasta Básica Total (CBT) para una familia de cuatro integrantes.
Y en julio, según relevaron, la canasta alimentaria compuesta por 57 productos registró un aumento del 7,74% respecto al mes de junio: el valor ascendió a $95.977 (en junio había sido de $89.081) y una familia de cuatro personas debió sumar $6.895 a su presupuesto mensual para poder cubrirla y no ser considerado un hogar en situación de indigencia.
En el acumulado de 2023, según sus relevamientos, la canasta alimentaria tuvo un incremento del 69%, mientras que en los últimos doce meses (desde julio de 2022) la suba fue del 121%.
El mes pasado, puntualmente, indicaron que los mayores aumentos registrados fueron en el rubro verdulería -con un 16% de incremento promedio y un 180% interanual- con fuerte incidencia de las papas (43%), la acelga (33%), peras (13%) y manzanas (11%).
Por otro lado, registraron incrementos del 6,4% en productos de almacén (con un 135% de incremento interanual) y en el rubro de higiene y limpieza: los productos que más aumentaron fueron los pañales (16%), el shampoo y acondicionador (14%), y la lavandina y desinfectante de piso (7%). En el rubro de las carnes, aseguran que los aumentos “continúan retrasados” en comparación al resto: en julio fue del 4% y en los últimos doce meses del 75%.
Con respecto al relevamiento sobre el precio de las garrafas, en julio la carga de una de 10 kg tuvo un valor promedio de $2.316 retrocediendo respecto a junio ($2.380). Sin embargo, sostuvieron que el precio se sostiene por encima del tope oficial de $1.800 mientras continúa la suba interanual, que llegó a un acumulado de 172%. Además, remarcaron, el precio máximo también continúa ascendiendo registrándose en hasta $3.500.
EL IMPACTO DEL AUMENTO DE SERVICIOS
Más allá del incremento en el precio de los alimentos “que son el motor de la inflación en general” y de la canasta alimentaria en particular, el titular del Isepci y precandidato a intendente en General Pueyrredon, Rodrigo Blanco, hizo hincapié en el aumento de servicios y productos indispensables para la vida cotidiana (salud, educación, transporte, entre otros) incluidos en la canasta básica total.
Según expusieron desde el Isepci, los aumentos registrados a lo largo del año en, por ejemplo, las tarifas de gas o electricidad, como también en el combustible, comunicación y transporte, en muchos casos están por encima de los incrementos experimentados en los alimentos.
Puntualmente en lo que hace a servicios energéticos, en el marco del proceso de recorte de subsidios implementado por el gobierno nacional, desde la Liga de Amas de Casa relevaron incrementos por encima del 1000% en Mar del Plata y Batán, aumentos que calificaron como “agresivos”.
En ese marco, al momento de calcular la CBT, mientras en junio la canasta -según el Instituto- para un hogar de cuatro personas de Mar del Plata y Batán tenía un valor de $199.000, en julio trepó a $214.000, registrando así un aumento del 7,53% mientras que hace un año (julio de 2022) la misma familia necesitaba $97.192 para costear la canasta que incluye los servicios básicos.
De esa manera, apuntó Blanco, en el curso de los últimos doce meses esa misma familia de cuatro integrantes debió sumar a sus ingresos más de $116.000 para no caer por debajo de la línea de la pobreza.
Además, al analizar las cifras del Indec respecto a las variaciones entre alimentos y servicios básicos, desde el Isepci repararon en que a pesar de que los incrementos interanuales de servicios como el agua, electricidad, gas, salud, transporte y comunicación están por debajo de los aumentos producidos en los alimentos, en el análisis mensual de junio los aumentos registrados en los servicios duplicaron a los relevados en alimentos.
“A un año de la asunción de Sergio Massa como ministro de Economía, los números duros de la realidad, a nivel local y nacional, demuestran el fracaso inocultable: la mayoría de las y los vecinos de Mar del Plata han visto reducida su capacidad de consumo de los alimentos y de servicios básicos para vivir”, sostuvo Blanco a modo de análisis.
“De la mano de los condicionamientos del FMI, que se vuelven cada vez más exigentes respecto a la eliminación total de los subsidios a las tarifas y a la reducción del déficit fiscal, los servicios regulados por el Estado vienen acelerando subas. Sin lograr contener los aumentos en los alimentos, autorizan incrementos que inciden directamente sobre los ingresos de los trabajadores y sectores medios”, finalizó el referente de Libres del Sur.
Los datos del Indec que son difundidos mensualmente y medidos particularmente en el Gran Buenos Aires dieron cuenta que la canasta básica alimentaria en junio tuvo un costo de $104.227 para un hogar de cuatro integrantes, en tanto que la canasta básica total ascendió a $232.427 .
Por su parte, en lo que respecta a la canasta de crianza, en junio y sumando costos de bienes y servicios y el cuidado, la canasta de un menor de un año ascendió a $103.632, a $122.346 para menores entre 1 y 3 años, a $98.516 de 4 a 5 años y a $93.932 entre 6 y 12 años.
