Centro de Documentación: una semana de toma e incertidumbre
Tras 16 despidos mantienen la medida en la Ferroautomotora. En todo el país son casi cien los trabajadores echados. En una cadena de teléfonos descompuestos, insólitamente les reasignaron turnos pese a los telegramas de despido.
Suena el teléfono. Cada vez que en el Centro de Documentación Rápida de la estación Ferroautomotora eso ocurre, los trabajadores se miran expectantes. Básicamente reciben dos tipos de llamados: consultas de la gente que quiere iniciar su trámite o saber si pese a la toma de la oficina por el despido de 16 de sus 32 trabajadores la documentación se puede retirar; o bien una voz (varias en realidad) que sin terminar de presentarse y pese a los despidos, les propone reacomodar los turnos, ir a trabajar o no y dejar de atender los fines semana, sin certeza alguna sobre el futuro laboral del personal desvinculado de su puesto por orden del gobierno nacional.
Las oficinas del Centro de Documentación Rápida ya suman cerca de cien despidos en distintos puntos del país: en Mar del Plata la decisión se comunicó telefónicamente la semana pasada; en La Plata los trabajadores decidieron acampar fuera de la oficina porque al llegar se encontraron con un cartel que decía “cerrado por refacciones” y luego con los telegramas de despido en su casa; en la oficina del CDR de Palermo (Capital Federal) también había un cartel (“cerrado por fumigación”) y en consecuencia comenzaron a llegar los telegramas que comunicaban que varios empleados quedaban sin trabajo; en Olavarría, por la misma situación, los trabajadores decidieron tomar la dependencia; en Rosario echaron incluso a una delegada de Upcn (Unión del Personal Civil de la Nación); también hubo despidos en Córdoba y Mendoza.
A metros de los andenes de la estación Ferroautomotora de Mar del Plata, la oficina está tomada por los trabajadores desde el pasado sábado. Se declararon en estado de asamblea permanente e iniciaron una retención de tareas: entregan la documentación tramitada pero no inician nuevos trámites.
Junto a las computadoras están los colchones en los que desde hace una semana duermen por las noches los trabajadores que sostienen unidos la medida de fuerza. Presentaron un recurso de amparo para evitar el desalojo de la oficina, que fue rechazado por un juez, y este viernes hicieron una nueva presentación. Mientras tanto juntan firmas para darle fuerza a un petitorio que llegaría al Ministerio de Trabajo para pedir básicamente la reincorporación de los trabajadores echados por el gobierno de Mauricio Macri.
TELÉFONO DESCOMPUESTO
Damián Ferreyra y Valentín Belza, dos de los 16 trabajadores de la oficina que recibieron sus telegramas de despido y quedaron “injustificadamente” sin trabajo, explicaron este viernes, al convocar a una conferencia frente a la unidad del CDR, que “todavía no hay ninguna respuesta concreta de ninguna autoridad” y que “hay cerca de cien despidos” entre Mar del Plata, Rosario, La Plata, Olavarría, Capital Federal, Córdoba, Mendoza y Rosario.
“Nos llamaron para decirnos que los contratos no vencieron y que el 4 de marzo nos van a pagar el sueldo a trabajar. Nos dijeron que si queremos venir vengamos y si no, que no vengamos, pero que igual nos pagan el sueldo cuando ya recibimos el telegrama de despido”, explicó Damián.
El teléfono volvió a sonar. “Llamó a la oficina un tal Diego Sombra, que se presentó como un intermediario, y dijo que había tomado la decisión de cerrar el turno de fin de semana, el servicio de sábados, domingos y feriados de 8 a 20 que era muy importante porque hay gente que por su trabajo o sus tiempos no podía venir en la semana”, agregó Valentín, casualmente coordinador de los turnos del fin de semana.
Y otra vez. “Después llamó una tal Aldana sin apellido informando que se iban a modificar los horarios y reasignar los turnos de trabajo pese a que estamos despedidos. Aldana nos dijo que iban a liquidar los haberes hasta el 4 de marzo. Nos invitaba a tomar la decisión de si queríamos trabajar o no, total íbamos a cobrar igual”, añadió Belza.
Mientras tanto, remarcaron, el derecho a la documentación “está siendo vulnerado”, al igual que el servicio que brindan los Centros de Documentación Rápida y naturalmente el trabajo de casi un centenar de personas del área en todo el país.
ÑOQUIS
La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) representa legalmente al personal del CDR. En simultáneo al amparo presentado para evitar el desalojo de la oficina de la Ferroautomotora tomada hace una semana, los trabajadores juntan firmas y esperan que “alguna autoridad” abra un canal de diálogo con ellos.
Lo cierto es que eso no ocurre. “Nadie da respuesta. Nadie nos dice que va a pasar y eso genera una fuerte incertidumbre”, explicaron los trabajadores.
¿Consideran que existe una persecución política contra los trabajadores?, indagó QUÉ. De inmediato, Damián Ferreyra aseguró: “Acá la mayoría no somos militantes de ninguna organización política. Hay gente grande que tiene familia y que nunca militó en su vida que también fue despedida. Ahora igualmente nos parece mal que se persiga a un militante, pero lo que hay en realidad es una ola de despidos compulsivos”.
Tras volver a referirse a los llamados que recibieron y que deja a su libre albedrío trabajar o no, Belza señaló: “El gobierno nacional que vino a combatir lo que llaman ñoquis nos está invitando a ser ñoquis. Nunca lo fuimos, siempre trabajamos y no queremos serlo”.
“Nos enteramos de lo que está pasando en el país y sabemos que hay un plan de este gobierno de despedir a miles de personas y nosotros caímos en esa situación junto a otros compañeros de otras áreas y organismos del Estado. Se está apuntando a achicar el Estado y lo que quieren es que los Centros de Documentación Rápida no existan más como servicio. Nosotros perdemos nuestro trabajo y la comunidad pierde este servicio que es un derecho”, completaron.
