Concejal pide un semáforo donde murió Jéssica Zegarelli
La familia ya reunió mil firmas para que el Emvial coloque el dispositivo de seguridad en Chubut y Constitución. Ahora el edil Mario Rodríguez elevó un proyecto para que el Ejecutivo avance en ese sentido.
El concejal radical Mario Rodríguez se sumó al pedido de la familia de Yéssica Zegarelli para colocar un semáforo en la esquina de avenida Constitución y Chubut, donde la joven de 24 años murió en un accidente de tránsito hace un año y medio.
En poco más de un mes unas mil personas firmaron su adhesión a la campaña que promueve la familia de Jéssica para que el Ente Municipal de Vialidad y Alumbrado (Emvial) instale un semáforo en la esquina donde continúan ocurriendo accidentes e infracciones pese a que ya hubo una víctima fatal.
Ahora, este viernes el concejal Mario Rodríguez elevó un proyecto de Comunicación dirigido al Ejecutivo precisamente para formalizar el pedido y que el Municipio instale el dispositivo de seguridad vial en la mencionada esquina.
El próximo domingo 18 de diciembre, las hermanas de la víctima se instalarán con una mesa frente a la Catedral entre las 13 y las 17 para continuar reuniendo firmas.
Semanas atrás la misma acción se realizó pero en la costa, junto al Puente de las Américas, donde las hermanas de la joven sumaron las primeras adhesiones a la iniciativa e informaron a los vecinos acerca del accidente que le quitó la vida a Jéssica y la peligrosidad de esta esquina en la zona norte de Mar del Plata.
En el mencionado proyecto de Comunicación, Rodríguez hizo principal hincapié en el peligro de este cruce de la avenida Constitución y subrayó que en el lugar ya se registró una víctima fatal, así como también reiteradas infracciones que “vuelven necesaria la colocación de un semáforo para bregar por la seguridad de los conductores y peatones que circulan por la zona”.
Constitución y Chubut dejó de ser solo una esquina para la familia Zegarelli. Las estrellas amarillas dejaron de ser solo carteles y pintura sobre el asfalto. Los accidentes de tránsito pasaron a representar algo más. La siniestralidad vial dejó de ser una estadística. La vida se transformó en dolor para su familia, que hoy junta firmas, aunque no debería ser necesario. Pese a que la esquina ya tiene una víctima fatal y reiteradas infracciones, una estrella amarilla espera que algún día se coloque solo eso, un semáforo. Una vida no tiene precio, tiene valor.
