Desde Mar del Plata también rechazaron el golpe de estado en Bolivia
Tras la renuncia del presidente Evo Morales ante la intervención de las fuerzas armadas en la crisis política, numerosas organizaciones junto a la comunidad boliviana local expresaron su malestar en el centro.
Mientras en diferentes ciudades se convocó una jornada de manifestaciones en apoyo al presidente de Bolivia, Evo Morales, ante el golpe de estado que se consumó este domingo tras la intervención de las fuerzas armadas de ese país en la crisis política, Mar del Plata no fue la excepción y también hubo expresiones a favor del primer mandatario y de rechazo a lo sucedido.
Este domingo, en el marco de una crisis política que atraviesa el país limítrofe, crisis arrastrada desde las elecciones de semanas atrás, en las que en principio se había dado como ganador al actual presidente a pesar de haber un referéndum que impedía su candidatura, y en un clima de creciente tensión y violencia en las calles y contra la propia casa del mandatario -de quien se anunciaba su inminente detención-, las fuerzas armadas “sugirieron” públicamente a Morales su renuncia, la cual finalmente se concretó por la noche, pese a que horas antes había manifestado su interés por llamar a nuevas elecciones.
Ante esta situación, rápidamente se convocaron diferentes marchas en distintos puntos del país y numerosas organizaciones protagonizaron una en el centro de Mar del Plata que, ante la gran cantidad de gente que asistió se convirtió en una movilización que cruzó las principales calles del centro la ciudad.
Una bandera de Bolivia se mantuvo al frente de la movilización, al igual que la wiphala característica de los pueblos originarios que, en referencia al origen étnico del primer mandatario y la importante presencia de pueblos andinos en la conformación social boliviana, tuvo su lugar preponderante en la movilización.
A su vez, la columna estuvo nutrida de trabajadores del cinturón frutihortícola ubicado en la periferia de la ciudad, muchos de ellos pertenecientes o descendientes de la comunidad boliviana.
A su vez, no faltaron los carteles específicos alusivos al rechazo al golpe de estado que se consumó en Bolivia, y el repudio a la intervención de las fuerzas armadas en el proceso democrático que aún estaba en marcha en el país andino.
Mientras tanto, en Bolivia las noticias se dan minuto a minuto, donde buena parte del gabinete y el funcionariado ya presentó su renuncia y, en medio de acusaciones cruzadas entre los principales candidatos de la contienda electoral (Morales y Carlos Mesa), aún resta definirse el sucesor del primer mandatario y de buena parte de la cúpula gobernante que dimitió.
Países como México, por su parte, ofrecieron asilo político al ahora expresidente ante el peligro que representa para su integridad física el hecho de permanecer en el país andino con los grados de violencia e incertidumbre que hay por estos momentos.
