Domingo de Ramos, una tradición que sigue vigente
Una multitud se congregó en la misa que tuvo lugar en la Catedral y en la que se llamó a continuar “en el camino de la reconciliación”. “Si queremos crecer en la vida espiritual, no podemos dejar de ser misioneros”, dijo el Obispo.
Tal y como sucede tradicionalmente año a año para esta fecha, una multitud de fieles se congregó en la mañana de este domingo frente a la Catedral de los Santos Pedro y Cecilia para participar de la misa del Domingo de Ramos, actividad que fue presidida por el obispo de Mar del Plata, monseñor Antonio Marino.
En ese contexto, familias enteras se acercaron a Hipólito Yrigoyen y San Martín, donde se montó una pequeña tarima y desde donde el Obispo se encargó de leer el evangelio y de bendecir los ramos que cada uno de los presentes acercó.
Luego de la lectura de la pasión según san Marcos, y ya en la puerta del templo, Marino dio su homilía a la multitud que se posicionó en la explanada de la Catedral. “Con esta celebración damos comienzo a la Semana Santa. Es hermoso contemplar la gran cantidad de fieles que acuden este día a nuestros templos, movidos por la fe y por la necesidad de dar a esta vida su sentido más pleno”, sostuvo.
Y luego se tomó un tiempo para reflexionar acerca de la importancia de esta celebración, respecto a lo que entendió: “Para nosotros estos ramos benditos y estas palmas, no son un simple adorno, como tampoco lo es la Cruz. Implican un reconocimiento y un compromiso”.
Al concluir la homilía, el pastor de la Iglesia Católica pidió a los fieles aprovechar la Semana Santa “para una renovación profunda de la fe en Jesucristo”. “No dejemos que nos cambien su sentido. Esto depende de cada uno de nosotros. Acudamos al sacramento de la reconciliación; si queremos crecer en la vida espiritual, no podemos dejar de ser misioneros”, finalizó.
