Domingo 28 de abril | Mar del Plata
03/02/2018

Elefantes marinos: por qué llegan a las playas y qué se debe hacer

En las últimas semanas algunos ejemplares sorprendieron a marplatenses y turistas en las playas. Salen del mar para descansar o sanarse y no hay que rodearlos ni obligarlos a volver al agua sino hacer un cerco perimetral, recomiendan desde Fauna Argentina.

Elefantes marinos: por qué llegan a las playas y qué se debe hacer
(Foto: Fauna Argentina)

En varias playas de la Costa Atlántica se viene repitiendo un fenómeno este verano: la visita de elefantes marinos que salen del mar y quedan sobre la arena. En los últimos días un ejemplar de este tipo de mamíferos sorprendió a marplatenses y turistas en el sur y ya se encuentra en Miramar. Pero, ¿por qué salen del mar? Y sobre todo, ¿qué se debe hacer y qué no en caso de ver un elefante marino en la playa?

Los elefantes marinos pertenecen a la familia de las focas y tienen su apostadero continental en la provincia de Chubut. Los machos pueden alcanzar los 6 metros o más de largo y hasta cuatro toneladas de peso, mientras que las hembras no superan los 3 metros y llegan a pesar casi una tonelada.

A partir de la visita de elefantes marinos en las costas de Mar del Plata, como ocurrió días atrás en la zona de Alfar, desde la Fundación Fauna Argentina explicaron se trata de un mismo ejemplar que “estuvo visitando nuestras playas en estas últimas semanas” y  que “ya se encuentra descansando en Miramar”.

Este ejemplar contó con la ayuda de los guardavidas y del público en general, quiénes colocaron prontamente un cerco perimetral como desde Fauna Argentina vienen indicando en distintas campañas realizadas.

“Los elefantes marinos tienen una muda anual que dura entre 30 y 45 días. Durante todo este tiempo, prácticamente no van al agua, salvo para regular su temperatura corporal”, aclararon desde la institución. “Es algo habitual y natural”, aclararon.

Elefante marino Fauna Argentina1

En general no son peligrosos, aunque sí pueden resultar intimidantes ya que intentan marcar su territorio.  Ahora bien, ¿qué hacer si aparece un lobo o un elefante marino en la playa?

En primer lugar, no tocarlos. Al hacerlo se les quita la correcta circulación de aire que necesitan. Lo mejor que puede hacerse inicialmente es improvisar un cerco de soga de entre 5 y 10 metros de diámetro para que la gente no pueda acercarse.

Segundo, nunca obligarlos a volver al mar: los motivos principales para salir de la playa son el descanso, las heridas o las enfermedades. Si se los devuelve al mar se les quita la posibilidad de recuperarse.

Tercero, no tocarlos ni arrojarles arena, agua, u otros elementos: estas acciones irritan al animal y podría morderte. La falta de agua no los afecta. Pueden estar mucho tiempo, incluso varios días fuera del agua cuando lo necesitan.

Tampoco hay que capturarlos: la captura con fines de curación debe hacerse en casos extremos debidamente comprobado por personal especializado.

Desde Fauna Argentina recomiendan cuidarlos hasta que vuelvan solos al mar: cuando un lobo marino se encuentra sobre piedras o algún murallón “no está atrapado, es común que elijan esos lugares de descanso para restablecerse”.

Lo ideal en caso de que un ejemplar aparezca en las playas es dar aviso a guardavidas y colocar prontamente un cerco perimetral. La maniobra de cercado se viene implementando con éxito desde el año 1986.

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03/02/2018