Miércoles 01 de mayo | Mar del Plata
10/05/2015

Facundo necesita un trasplante de médula ósea para vivir

Tiene 31 años y le diagnosticaron leucemia en febrero. Es veterinario y padre de dos mellizas de tres años. Su familia asegura que una donación compatible con su organismo es su única esperanza de vida para “volver a nacer”.

Facundo necesita un trasplante de médula ósea para vivir
(Fotos: Kito Mendes)

La historia de Facundo es de esas cuyo comienzo nadie puede entender y su final está sujeto al destino y a la voluntad de otros. En pocos meses, este joven de 31 años pasó de tener un pasado trágico a atravesar un presente que pone en riesgo su vida. En febrero le diagnosticaron leucemia, la quimioterapia que enfrentó tuvo aciertos y retrocesos, y de un trasplante de médula ósea depende hoy su oportunidad para “volver a nacer”, como lo explica su familia, que no deja de acompañarlo y todavía sin poder comprender, se pregunta lo que muchos otros -en situaciones límite- se han cuestionado: “¿Por qué él? ¿Por qué a nosotros?”.

El trasplante de médula ósea es la única salida que hoy tiene este joven marplatense. El problema, además de la elevada demanda y la baja cantidad de donantes voluntarios, pasa por la compatibilidad con su organismo, algo verdaderamente difícil -aunque no imposible- de lograr. Pero antes, para entender por lo que está atravesando, hay que conocer su historia.

Facundo Huarte venía sintiéndose mal hacía algún tiempo. Era algo atípico, ya que siempre había sido “un chico sano”. Cuentan su padre y su tía que venía cansado, que no sabía qué tenía, que se agitaba rápido, que todos le decían que fuese a hacerse un chequeo médico. Y lo hizo. El 5 de febrero de este año le diagnosticaron la enfermedad y dos días más tarde cumplió 31 años.

Para entonces había decidido irse de Mar del Plata por un tiempo a la ciudad de Eldorado (Misiones), para ejercer la profesión que eligió: veterinario. Su mujer y sus dos hijas mellizas de tres años vivían en una pequeña localidad ubicada a unos 300 kilómetros. Debido a su enfermedad, Facundo prácticamente hoy no puede ver a las nenas.

ENFRENTAR LA ENFERMEDAD

Con el diagnóstico en mano, Facundo fue trasladado al Hospital “Ramón Madariaga” de Posadas, la capital misionera. Allí, podían ofrecerle un mejor tratamiento. Pero al completar su primera quimioterapia, los resultados no fueron buenos. Volvieron a aparecer células cancerígenas y su doctora sugirió que continúe atendiéndose en Buenos Aires.

Al emprender el viaje a Capital Federal, por poco no lo dejan viajar en el avión debido a que tenía que usar barbijo. Y al llegar al Hospital Británico, resultó que no estaba lista la orden de traslado. Tuvo entonces que lidiar con la obra social y una burocracia que ningún paciente necesita, merece o quiere afrontar cuando lo que su organismo pide, es curarse.

Una vez superados los obstáculos, ya internado en este hospital le dio continuidad al tratamiento, esta vez, con mejores resultados. Enfrentó varias sesiones de quimioterapia, su cuerpo respondió bien y solo restaría una más antes del momento clave, el trasplante.

Mientras tanto, Facundo convive con las consecuencias y el impacto de la leucemia. “Él no puede ver a sus hijas porque le pueden traer cualquier infección que no podría soportar. Solo las puede ver en el tiempo que está recuperado de la quimio, con las defensas más altas. No es conveniente porque se le puede complicar su cuadro”, explicó María del Carmen, que además de tía, fue la encargada de criarlo, aunque esa es otra historia.

Cuando Facundo era muy pequeño sufrió un fuerte accidente de tránsito que terminó con la vida de su madre. A él, lo encontraron entre los pastos gracias a que lo escucharon llorar. “Ahí ya volvió a nacer. Y ahora desde que me enteré de todo esto no puedo entender por qué le está pasando esto a él. Otra vez le toca vivir una situación tan límite”, lamentó su tía.

donante medula 2

Carlos, el padre, lo vive a su manera. Confiesa que está “hecho pelota” y que “jamás esperaba estar en una situación así”. Es que más allá de otros problemas que luego pasaron a ser menores, fue recién en febrero de este año que todo este capítulo de enfermedad, trasplante y tratamiento para sobrevivir llegó a la vida de la familia.

“Cuando nos dijeron que estaba enfermo, es como si nos hubieran matado”, admitió Carlos. Sin embargo, Facundo sigue peleando por su vida, aquella que tiene 31 años, una mujer, dos hijas, una familia que lo quiere ver bien y un futuro por delante. Del trasplante de médula ósea, depende hoy ese futuro.

DONAR MÉDULA ÓSEA

Hablar de donación de médula ósea suena a algo doloroso y traumático. Sin embargo, se trata de un procedimiento simple y sin ninguna consecuencia para el donante. Solo hay que donar sangre.

“Se hace una muestra de sangre de la que surge si es compatible o no. Es tan difícil lograr la compatibilidad que hay 54 países involucrados para encontrar donantes. Desde acá lo maneja el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai)”, explicó María del Carmen y subrayó que “si la donación no sirve para Facundo, le puede servir a otra persona que también esté en espera”.

Lo concreto es que cuantos más donantes haya, “más posibilidades hay para elegir”.  “Se dona en vida, no afecta a quien dona y ayuda muchísimo al que necesita”, remarcó la familia de Facundo.

Tras poco más de tres meses de convivir con esta dura enfermedad, la familia tiene en claro que la donación de médula ósea, además de ser lo que hará posible el trasplante, más concretamente es para Facundo su única esperanza de vida.

¿QUIÉNES PUEDEN SER DONANTES?

Toda persona de entre 18 y 55 años de edad, en buen estado de salud, con un peso mínimo de 50 kilos y en condiciones de donar sangre.

El donante no debe poseer antecedentes de enfermedades cardíacas, hepáticas o infectocontagiosas.

Si tuvieron Hepatitis A antes de los diez años también pueden ser donantes.

¿DÓNDE DONAR SANGRE PARA FACUNDO HUARTE?

Hospital Privado de Comunidad (Córdoba 4545, Mar del Plata), en el servicio de Hemoterapia, los lunes por la mañana y martes por la tarde.

Fundación Médica Hemocentro (Mitre 3333, Mar del Plata), los jueves.

Hospital Británico (Pedriel 74, Capital Federal), en el servicio de Hemoterapia.

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10/05/2015