Investigan el impacto de los microplásticos en el crecimiento de peces
Once investigadoras del Conicet y del Inidep decidieron articular en la investigación de la contaminación y las especies de interés pesquero.
En los últimos años, diversos estudios académicos, científicos y también de voluntarios se han volcado a la investigación o el relevamiento de la contaminación y su impacto en las especies marinas. Uno de ellos está integrado por once mujeres que decidieron articular sus labores para el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep), en este caso para investigar el efecto de los microplásticos en el crecimiento de especies puntuales, algunas con interés pesquero.
Semanas atrás, desde el Grupo de Mamíferos del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC) dieron a conocer algunas conclusiones de un trabajo que llevó décadas y que derivó en el hallazgo de residuos de origen humano como plásticos o maderas en los cuerpos de más de 150 pequeños cetáceos de la costa bonaerense y el sur de Brasil.
En ese sentido, en las últimas semanas también se conocieron los resultados de la sexta edición del “Censo Provincial de Basura Costera” de la Fundación Vida Silvestre que se realizó a fines del 2022 y que arrojó entre sus resultados que más del 70% de los residuos encontrados en las playas bonaerenses son plásticos, con el riesgo que implica su degradación hasta convertirse en micro o nanoplásticos.
En ese marco, un proyecto del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras llevado adelante íntegramente por mujeres decidió abocarse a estudiar el impacto de la presencia de microplásticos en el crecimiento de especies fundamentales de las pesquerías como la corvina rubia, la anchoíta y la merluza común.
Según informó Sabrina Aguilera en una publicación del área de comunicación del Conicet Mar del Plata, los trabajos se centran en la evaluación de la condición nutricional de larvas y juveniles en la columna de agua y en sus tubos digestivos. Para hacerlo, recientemente el grupo obtuvo dos nuevos financiamientos de una duración de tres años.
Las áreas de estudio, explicaron, están centradas en las regiones bonaerenses y patagónicas del Mar Argentino, como también la Bahía de Samborombón. Si bien no hay demasiados estudios específicos sobre el impacto de los microplásticos en los organismos vivos en el mar, se trata de un tipo de contaminación cada vez más abundante en los océanos.
Entonces, las tareas de este grupo pasan por aprovechar las campañas de investigación del Inidep y de Conicet para tomar muestras en el mar tanto de las especies como del plancton. Luego procesan el agua y los organismos, y observan qué sucede con los plásticos alojados en el contenido estomacal de larvas y de juveniles. También analizan el ambiente, cuántos microplásticos consumen y cómo afectan los indicadores. Incluso, repiten procedimientos con especies en cautiverio para comprar sus resultados.
El grupo de investigación está formado por Marina Diaz, Rosana Di mauro, Marina Do Souto, Stefanía Cohen, Julieta Rodríguez, Juliana Despos, Brenda Temperoni, Nadia Alves, Cecilia Riestra, Julieta Soledad Rodríguez y Mara Braverman.
“Estábamos trabajando solas y, hoy en día los estudios tienen que ser cada vez más integrados. Nos juntamos vía Zoom, y vimos que para empezar a entender lo que les sucedía a los peces en sus primeros meses de vida era importante trabajar de manera integrada y tener cada vez más variables para poder entender el proceso completo: si bien estábamos viendo el alimento disponible, los predadores, el crecimiento de los individuos y otras variables, había otras cuestiones que no estábamos teniendo en cuenta“, explicó Marina Díaz.
De esta manera, hace más de diez años que vienen trabajando sobre el estado nutricional y realizando informes en torno a las especies, aunque no directamente relacionados a la presencia de microplásticos y el impacto de éstos en la supervivencia de estas especies.
“Lo novedoso de nuestro proyecto es observar si esta presencia tiene un efecto sobre el crecimiento de las especies, porque podríamos pensar que el efecto sea neutro, es decir, que esté en el estómago y no les afecte; o que sea negativo”, sumó Díaz.
Sus implicancias, por ejemplo, podrían estar vinculadas a las posibilidades de los peces a llegar a un estadio de crecimiento apto para ser capturado, donde los estadios iniciales de crecimiento cobran importancia fundamental. Asimismo, desde el Conicet explicaron que otro aporte del proyecto será, en su objetivo final, tratar de predecir si los seres humanos se verán afectados por los plásticos que consumen los peces que ingieren.
