Rigel: nueva marcha y acampe a cinco meses del hundimiento
Familiares y trabajadores marcharon por el Puerto. Siguen exigiendo que bajen buzos al casco y, tras un acto en la Catedral, iniciarán un acampe para que el intendente responda a los compromisos que asumió con las familias.
En un nuevo mes desde el hundimiento del Rigel, los familiares marcharon por el Puerto desde la Base Naval, renovando sus reclamos por igualdad de derechos para los trabajadores desaparecidos en el mar, para que bajen los buzos y así saber si los ocho marineros están en el casco. Además, anunciaron el inicio de un acampe tras una misa en la Catedral, exigiendo al intendente Carlos Arroyo que cumpla con los compromisos que asumió hace más de un mes con las familias.
Este viernes se cumplieron cinco meses del hundimiento del buque pesquero Rigel, cinco meses que ocho personas están desaparecidas, y cinco meses en que sus familiares luchan junto a trabajadores y familias de las víctimas del Repunte, San Antonino o el ARA San Juan para que sus seres queridos consigan justicia y que a su vez cambien las condiciones de trabajo del Puerto para que estas tragedias no sigan sucediendo.
“Son 153 días que estamos y pidiendo que bajen los buzos, que las autoridades vengan y se hagan responsables, que el Estado se haga presente. Hasta el día de hoy seguirnos sin ningún tipo de respuestas, estamos golpeando puertas por todos lados. Tenemos hoy acá también a las madres del ARA San Juan, sufriendo exactamente lo mismo, el mismo abandono y desidia, recurrimos a las Madres del Dolor, a la CTA que nos apoya, la gente del SOMU (Sindicato de Obreros Marítimos Unidos), pero las autoridades siguen sin hacerse eco. Quienes tienen que hacerse responsables siguen sin hacerlo y en todo esto nos juega el tiempo en contra”, analizó Graciela Godoy, madre del marinero del Rigel Nahuel Navarrete, en diálogo con QUÉ Digital en la previa de la movilización.
Graciela, una de las principales caras de la lucha de los familiares de las víctimas del Rigel, adelantó que este viernes incrementarán las medidas de fuerza para encontrar visibilidad: tras una misa en la Catedral, realizarán un acto y anunciarán el inicio de un acampe. “Necesitamos que nos den respuestas. No puede ser que en este país tengamos que estar un año y medio, dos tres años esperando que tomen las decisiones. Ellos merecen que bajen a buscarlos porque todos salieron a trabajar y todos merecen dignidad. Vamos a agotar todas las instancias. Por un hijo se da la vida y yo voy a dar la vida por mi hijo”.
LA ASISTENCIA, UNA DEUDA QUE SE MENTIENE
Graciela insistió en que la asistencia es nula, más allá de algún tipo de ayuda inicial, por ejemplo del Partido de la Costa, de donde proviene su familia, pero esperan respuestas del intendente Carlos Arroyo y es el principal motivo que impulsará el acampe. “Hoy se terminó hasta la obra social y el compromiso del intendente de Mar del Plata. Lo tengo por escrito por él y firmado del 2 de octubre, y todavía lo estamos esperando”, señaló.
En concreto, el intendente se había comprometido con las familias a enviar cartas a otros estamentos estatales y gestionarapoyo, a ayudar a las familias económicamente y también en cuanto a la contención psicológica, pero al día de hoy no recibieron nada.
AVANCES EN LO JUDICIAL
Graciela destacó que la causa que lleva adelante el juez Gustavo Lleral avanza: “Es una de las causas con más movimiento”, dijo y agregó que se siguen tomando testimoniales y se siguen haciendo pericias. Además, adelantó que tras comunicaciones con el juzgado, el 29 de noviembre deberá presentarse a declarar como querellante y testigo ante el juez.
“Falta, seguimos trabajando pero es lento. Lo que no tiene que ser lento es que sigan dejándolos ahí, con la incertidumbre de que estén ahí, porque son seres humanos, tenían una vida y tienen que estar acá, tienen que traerlos de vuelta. Si la corrupción, la desidia, las coimas los dejó ahí, la Justicia tiene la obligación de traerlos. Es una burla que no los busquen”, apuntó.
LAS CONDICIONES DE TRABAJO EN EL PUERTO CAMBIAN, PERO SÓLO EN LOS PAPELES
Más allá de las cuestiones propias al hundimiento del Rigel, al igual que los familiares del Repunte, del San Antonino y del ARA San Juan siguen luchando para que las condiciones de trabajo cambien en el Puerto para que no haya más tragedias.
Con indignación, Graciela contó que los barcos, no sólo siguen saliendo en las peores condiciones, sino que pese a que rige la obligatoriedad para que los empresarios provean los trajes de flotabilidad y térmicos acordes a las necesidades de cualquier emergencia, los empresarios siguen pidiendo prórrogas y los barcos están zarpando sin ellos.
“Hay medidas de seguridad que al día de hoy se siguen prorrogando. El 24 de octubre se firmó otra prórroga por los trajes de inmersión. Los barcos están saliendo con la factura de compra de los trajes, como si eso los fuera a salvar, eso no es una garantía, no pueden seguir permitiéndolo”, denunció.
“Esto no es un camino gris, ya es negro. Porque lamentablemente no somos los primeros y esto de alguna manera tiene que sentar precedente, para que a partir de ahora se mire al mar pero también que se cuide a los marineros, los barcos siguen saliendo sin las condiciones, ni trajes”, concluyó.
