Un intercambio de semillas y saberes contra la “Ley Monsanto”
En Plaza Rocha se realizó un festival de casi 12 horas para promover la alimentación saludable. Hubo talleres, música, teatro y duras críticas para los agronegocios y la ley que busca “privatizar la vida y adueñarse de ella”.
La iniciativa surgió como una necesidad y fue por demás convocante y exitosa. Durante casi 12 horas, distintas organizaciones proambientalistas le dieron este sábado vida al “Festival Urgente: por nuestra semilla y el alimento sano” un evento multidisciplinario en el que además de expresiones artísticas se promovió el intercambio de semillas y un enérgico repudio a la denominada “Ley Monsanto”.
La Asamblea Paren de Fumigarnos y Agroecología en Movimiento organizaron la actividad a la que se sumaron también la Asamblea en Defensa del Monte Varela, Verde Mundo, la Escuela Experimental del Mar y el Grupo Pre-cooperativo Sembrando Vínculos, entre otras entidades.
A lo largo y ancho de la Plaza Rocha hubo puestos para intercambiar semillas, mesas en las que se comercializaron productos artesanales (mermeladas, aceites naturales, mieles, vasijas de barro y cerámica y ceras), pero también se organizaron talleres, se realizó una muestra fotográfica y sobre un escenario entre los árboles se dio lugar tanto al debate como a distintas expresiones artísticas como música y teatro.
Ricardo Trovato, integrante de Paren de Fumigarnos, habló con QUÉ de los alcances de esta iniciativa que entre las 10 de la mañana y cerca de las 22 convocó a cientos de personas en lo que definió como “un intercambio de semillas y saberes”.
“La idea surgió entre un par de grupos, como Paren de Fumigarnos y Agroecología en Movimiento. Compartimos las ganas de hacer un festival y de hacerlo en forma urgente, porque se está viniendo la nueva Ley de Semilla y hay que reaccionar ante eso”, dijo.
El proyecto de ley en cuestión, presentado por la criticada multinacional Monsanto, apunta básicamente “a que unos pocos se hagan dueños de la semilla”, precisó Trovado y aclaró: “Si alguien es dueño de la semilla, es dueño del alimento con todo lo que eso significa. Desde el concepto filosófico de que están patentando la vida, un límite que no habría que haber cruzado nunca, hasta el hecho de romper un sustento de la humanidad como es la semilla para el agricultor”.
Para darle tratamiento a este proyecto que desde hace algún tiempo se viene “manipulando entre pasillos para convertirlo en ley”, Monsanto argumenta que por el esfuerzo y la inversión que conlleva la investigación “tienen que patentar la semilla para poder retribuirse, pero a la semilla la inventó la naturaleza y nadie puede ser su dueño, pese a que sí la modifican genéticamente para obtener mayor rentabilidad”, advirtió el referente de Paren de Fumigarnos.
En uno de los sectores de la plaza se dispusieron fotos con imágenes explícitas de campos de la zona contaminados con agroquímicos. Puntualmente las fotografías hicieron referencia a lo que ocurre en Playa Los Lobos, donde se aplica -entre otros químicos- Garbaryl (un insecticida “altamente tóxico” prohibido en varios países de Europa y América) y Metaldehído (compuesto químico usado como pesticida, también seriamente nocivo para la salud).
El éxito que tuvo este Festival ya dio lugar a que los organizadores piensen en una próxima edición. “Se han sumado un montón de organizaciones, y si bien nosotros coordinamos un poco el espacio y los tiempos, la jornada fue totalmente libre y cada uno se trajo lo que necesitaba”, comentó Ricardo Trovato.
El intercambio de semillas, en el centro de Plaza Rocha, fue una mesa para compartir saberes y experiencias: se entregaron naturalmente en forma gratuita y acercaron las explicaciones para saber cómo hay que plantarlas correctamente según su tipo.
Otros se llevaron plantines. La jornada fue 100% natural, a favor de esa libertad y en contra de las multinacionales e iniciativas que “pretenden privatizar y adueñarse de la vida”.
