Una cerveza de mar como “punta de lanza” de un proyecto sustentable
Pablo Rodríguez, socio fundador de Antares, explica cómo se gestó un proyecto que incluye un mensaje de sustentabilidad y solidaridad.
Semanas atrás, la Cervecería Antares presentó Atlántica, una cerveza más que particular, realizada con agua de mar entre sus ingredientes. Al respecto, Pablo Rodríguez, uno de los socios fundadores de la marca marplatense, explica cómo se conjugan en el lanzamiento un mensaje de sustentabilidad, solidaridad y una nueva apuesta de la firma.
El cuidado del ambiente, a través de la concientización sobre la contaminación del mar; la importancia del reciclaje para reducir los niveles de residuos; y, además de todo eso, también la solidaridad para que aquellos que lo necesitan puedan beneficiarse, por ejemplo, de lo que surja de la compactación de latas que impulsarán desde la marca. Todo eso, detrás de una cerveza salida, literalmente, de la costa marplatense.
El disparador del lanzamiento de Atlántica tuvo que ver con la intención de la empresa de apostar al enlatado de la cerveza que producen: “Nosotros lo veíamos en el mundo cómo se daba el consumo de cerveza artesanal hacia la lata y en Argentina pasaba lo mismo con los hábitos de consumo”, comenzó Rodríguez en diálogo con Qué digital, aunque aclaró que la lata no suplantará a las clásicas botellas ya que no compartirán estilos y donde, por ejemplo, Caravana (sesión IPA) será la próxima que saldrá exclusivamente a la venta en los envases de aluminio.
Ese cambio implicó un quiebre de los estereotipos y prejuicios previos sobre el envase: “Los estereotipos antiguos de la lata la asociaban a lo industrial o a una calidad inferior. Hoy en día la tecnología del enlatado está al mismo nivel que el embotellado de vidrio”, aclaró.
A diferencia de las condiciones económicas previas al 2017, recién ahora y con la existencia de proveedores locales, se lanzaron hacia el mercado, pero con un proyecto mucho más amplio que el cambio de envase.
“Si salimos con la lata, hagamos un proyecto paralelo que fortalezca tanto la comunicación de la marca, como de la innovación de los valores asociados a la cerveza y que la lata sea un vehículo fuerte para transmitir cosas nuevas e innovadoras”, y de esa idea surgió el proyecto del cual se desprende Atlántica.
DEL MAR A LA FÁBRICA
Según comentó Rodríguez, ya habían hecho pruebas con agua de mar, pero en pequeños lotes, y encontraron el contexto ideal para “tirarse al agua”, con un mensaje de sustentabilidad, y de “llamar la atención con un cuidado del agua y más que nada asociado con un envase que es altamente reciclable”. “Entonces cobraba mucho sentido asociar la lata al proyecto de cerveza que aspira a transmitir un pequeño llamado de atención a la sustentabilidad”, añadió.
Según detalló, todo el proceso lo hacen desde la empresa y, aunque sea difícil de creer, no es un márketing, es agua de mar el ingrediente clave: “Esta todo un desafío subirnos a un proyecto donde todo el tiempo tenemos que ir a buscar agua al mar. Es un proceso complicado, no va cualquiera a llenar un camión de agua. Había que buscar una toma de agua habilitada por los entes reguladores de agua del país. Trasladarla en camiones cisterna, almacenarla en una instalación que resista la salinidad o la corrosión que puede brindar el agua salada de mar y purificarla a niveles adecuados: sacarle todas las sales, los contaminantes, los microorganismos que pueda haber en la flora natural del mar”, explicó.
Todo el proceso lo realizan ellos mismos, desde que el camión carga agua desde el mar con una filtración leve pero con toda su composición natural. Allí, en la planta del Parque Industrial, poseen los tanques de almacenamiento del agua desde donde realizan un “proceso por ósmosis inversa” con el objetivo de desalinizar y potabilizar para cada lote de Atlántica.
Todo ello, con un tratamiento especial del residuo generado y con un objetivo social: “Vamos a asociar la puesta en escena de Atlántica con unos equipos para compactar latas y reciclarlas. Vamos a juntarlas en nuestros locales, que van a ser centros de recepción de cualquier tipo de lata para prensar y entregarle al Garrahan o instituciones a las que les sirve como un medio de recaudar fondos, para hospitales o asociaciones de asistencia social”, remarcó Rodríguez.
“Atlántica es una dorada pampeana, un estilo bastante suave, amistoso, levemente maltoso y perfil balanceado algo dulce. Dorada pampeana es uno de los estilos reconocidos mundialmente como nacidos en Argentina. Tanto dorada pampeana como IPA Argenta son estilos reconocidos por el compendio de estilos de cerveza del mundo”, definió Rodríguez.
FICHA
Aroma: limpio, con presencia de maltas que nos recuerdan a pan horneado.
Apariencia: dorada, espuma blanca.
Sabor: pan, galletas provenientes de la malta Pale Ale, leves frutados de la levadura.
Sensación en boca: de cuerpo bajo, refrescante y sedosa.
Impresión general: una cerveza balanceada, limpia, delicada y refrescante, con sutiles sabores y aromas frutados. Un suave carácter a malta permanece como un dejo refrescante en el final.
Maridaje: es una cerveza ideal para acompañar desde platos suaves, ensaladas y pescados hasta fiambres.
