Violencia de género: una licencia especial para docentes municipales
Ese es el espíritu del proyecto que impulsan desde el Partido Obrero, tras la aprobación de una iniciativa similar en Capital Federal. Buscan “resguardar la fuente laboral” y “que la mujer disponga del tiempo que demanda la asistencia”.
Con el objetivo de “resguardar la fuente laboral” y permitir “que la mujer disponga del tiempo que demanda la asistencia”, el Partido Obrero impulsa en la ciudad la implementación de la licencia por violencia de género para las trabajadoras docentes del sistema municipal. En Capital Federal ya existe una iniciativa similar.
Según señalaron desde el Plenario de Trabajadoras, en conjunto con Tribuna Docente, el objetivo central es lograr la implementación de la licencia por violencia de género en Mar del Plata, en especial luego de que en agosto se aprobara en la Legislatura porteña un proyecto similar del Partido Obrero, aunque solo orientado a las trabajadoras docentes de la Ciudad de Buenos Aires.
“En Mar del Plata queremos lo mismo para las docentes de nuestra ciudad y nos ponemos a la cabeza de impulsar la tarea y la lucha por conquistar ese mismo derecho para las trabajadoras docentes del sistema municipal de educación”, apuntaron.
En ese sentido, desde el Plenario de Trabajadoras plantearon como único requisito para gozar de dicha licencia “presentar un certificado expedido por un centro de salud u organismo de atención a las víctimas en centros integrales de la mujer”. Además, el plazo de la licencia quedará establecido según el profesional médico o psicólogo y se contempla también el derecho al traslado o reubicación del cargo “para resguardar su puesto de trabajo y su independencia económica”.
“Los testimonios de mujeres docentes que han pasado por esta situación indican que deben recurrir a licencias por enfermedad o psiquiátricas ante la falta de una figura adecuada en el estatuto docente”, explicaron quienes impulsan la iniciativa, al tiempo que destacaron el crecimiento de las denuncias por violencia de género y entendieron fundamental “resguardar la fuente laboral” y que “la mujer disponga del tiempo que demanda la asistencia e incluso la información en el plano judicial”.
