Feliz cumpleaños
Hace un año el diario El Atlántico fue gerenciado por el Grupo Crónica a Néstor Otero, socio de Aldrey Iglesias. La transacción no sólo destruyó decenas de puestos de trabajo, también dejó en terapia intensiva a un medio histórico de la ciudad.
29 de noviembre de 2013. Los rumores que circulaban por la redacción del diario El Atlántico no hacían esperar un resultado positivo de la reunión que en horas de la tarde los trabajadores tendrían con directivos del Grupo Crónica, hasta entonces dueños del matutino marplatense. Llegó Alejandro Olmos –uno de los hermanos que dirigen el grupo mediático- acompañado por algunos directivos más. Venía a anunciar que esa tarde se haría el último diario desde esa redacción, que sólo cinco periodistas seguirían escribiendo en papel porque el producto se había gerenciado y el resto sería parte de una web creada dos días antes.
Olmos evitó decir la empresa a quien habían entregado el diario. Ante la pregunta de los trabajadores no tuvo más remedio que explicitarlo: “Otero”, respondió, a secas. Otero no es otro que Néstor Otero, empresario beneficiado con concesiones en los últimos años, es actual dueño de la terminal de Retiro y de la Ferroautomotora de Mar del Plata; y está además imputado en la causa que se le sigue a Ricardo Jaime –exsecretario de Transporte de la Nación- porque se lo acusa de pagarle el alquiler de su departamento en la avenida del Libertador al 600.
Pero Otero es además socio de Florencio Aldrey Iglesias, dueño del Multimedios La Capital y un bienaventurado empresario hotelero. El diario El Atlántico –donde dos de los cinco empleados que tenía fueron despedidos y no cuenta con fotógrafos ni diseñadores- se imprime en las rotativas del diario La Prensa, cuyo dueño es curiosamente el dueño del Multimedios La Capital, el monopolio informativo local, que para adecuarse a la ley de comunicación audiovisual repartió radios entre empleados/directivos y familiares.
Néstor Otero (izquierda) y Florencio Aldrey Iglesias (derecha), juntos en la maniobra de vaciamiento de El Atlántico.
En el camino 42 periodistas, fotógrafos, personal administrativo y de recepción quedaron en la calle, impulsados por lo que ellos denominaron “retiros inducidos” a través de desgastes, presiones, llamados de abogados por teléfono y en medio de la redacción.
El viejo edificio del diario El Atlántico, ubicado en Bolívar 2975, actualmente está en alquiler. Dentro, el archivo que data del año 1938, se sigue deteriorando, entre el abandono y la humedad de techos que se llueven y pisos que se inundan.
