López de Gomara: “Escuchar 5 o 6 tiros por día es normal”
Tras un fin de semana de tensión por un allanamiento y algunos enfrentamientos, los vecinos denuncian venta de droga en un asentamiento y piden respuestas. “Desfila gente que lo único que hace es ir a comprar droga”, aseguran.
López de Gomara, un barrio del noreste de Mar del Plata que desde hace tres años tiene unas de sus manzanas ocupada de manera informal. Los vecinos aseguran que lo sufren ya que denuncian que las familias que se instalaron allí “no trabajan, sino que su negocio principal es la venta de droga“. Señalan que al denunciar la situación fueron amenazados. por lo que el miedo prevalece de día y de noche. “Dormí dos horas en tres días”, relató uno de ellos.
La furia se desató luego de que la policía tuviera en sus manos una orden de allanamiento para ingresar a una de las casas. Buscaban una moto que ya había sido denunciada como robada, pero tras la requisa, no encontraron nada. Luego de esto, las familias que viven en el asentamiento hicieron una barrera con gomas y artefactos que ya no funcionaban. Con este método, buscaban tapar su zona y que de esta manera no se acercara nadie.
“El Estado les dio colchones, maderas y hasta les entregó cocinas para que estas familias, que en su momento empezó siendo una y ahora hay más de cinco, pudieran tener un lugar digno donde vivir. Pero todas estas cosas las vendieron y ahora siguen igual que antes”, apuntó Damián, uno de los vecinos que sufrió reiteradas amenazas.
Otro de los vecinos se encargó de explicar que “de día desfilan coches y gente que lo único que hace es ir a comprar droga“. “Pero de noche es terrible, los remiseros vienen todo el tiempo. Hasta madres con nenes en sus cochecitos”, expuso.
“Nosotros empezamos una manifestación pacifica, pero cuando vino la policía se empezaron a desparramar. Nosotros sólo queremos que se vayan, pero todavía siguen ahí. El dueño de toda la droga es uno, pero tiene sus canarios que la venden. Ya se están llevando sus cosas a otro barrio, pero nos siguen amenazando, nos tiran piedras y escuchar 5 o 6 tiros por día es normal”, relataron bajo el miedo constante los vecinos de un barrio que, según expusieron, pareciera ser zona liberada hace años.
“La gente no aguanta más esta problemática, la situación esta desbordada. En tres días dormí dos horas porque tengo miedo, por mí y por mi familia. Nosotros trabajamos y ellos se encargan de robarnos lo poco que tenemos. Nos roban todo el tiempo, a toda hora”, cerró Damián.
Un día normal en López de Gómara es sinónimo de balas perdidas, de amenazas y robos. El grupo de vecinos asegura tener miedo y ya no saber qué hacer. Sólo quieren que los habitantes del asentamiento se vayan. “Somos todos laburantes, ninguno de los que estamos en esta esquina vende drogas”, indicó otro de los vecinos.
