Viernes 26 de abril | Mar del Plata
11/01/2023

“Digan Wisky”, cuatro historias familiares en una obra

La marplatense Hebe Amancay Rinaldi compartió detalles del proyecto que escribió y dirige. La pieza se podrá disfrutar los viernes de enero y febrero a las 21.30 en Cuatro Elementos.

“Digan Wisky”, cuatro historias familiares en una obra

Este viernes la marplatense Hebe Amancay Rinaldi estrena  “Digan Wisky”, una obra de su autoría que se podrá disfrutar durante toda la temporada. “Mientras escribía las cuatro historias que forman la obra, comencé también a delinear la dirección. La imagen de la foto familiar –que da título a la obra– tiene que ver con eso. La puesta en escena también: la foto familiar, las luces y las sombras, lo que se deja ver y lo que no”, compartió con Qué digital.

En la obra que se podrá disfrutar todos los viernes de temporada el universo de la familia es el tema central.  “Comencé a pensar sobre las particularidades de lo familiar, lo que diferencia a esos vínculos de otros, los códigos internos de cada familia, lo que los constituye como tal, qué dinámicas mueven a cada familia. Y de ese universo comenzó a resultarme atractiva la parte oscura, lo que no funciona, sus particularidades, lo débil, lo miserable; en fin de cuentas, lo humano de cada familia”, explicó.

Este verano, “Digan Wisky” se presentará todos los viernes de enero y febrero a las 21.30 en Cuatro Elementos espacio teatral. Las entradas a $1200 se pueden adquirir a través de Alternativa Teatral o en boletería.

Hebe Amancay Rinaldi es fotógrafa y actriz, y en esta oportunidad asumió el desafío como dramaturga y directora con Digan Wisky”.  “La familia está asociada al refugio, a la pertenencia, es una manera de agruparnos. Las familias de esta obra se corren de ese lugar ideal y eso es lo que nos interesa mostrar”, señaló. Durante la obra hay cuatro sketch que cuentan con las actuaciones de Claudia Díaz, Cecilia Mesías, Celeste García, Florencia Fusetti, Diego Basadonne y Pablo Milei.

En 80 minutos, el público podrá adentrarse en historias familiares complejas, ficcionales y tragicómicas a través de cuatro momentos diferentes: “Se dio de manera genuina durante el proceso de escritura. No quería hablar de una familia en particular sino más bien de la diversidad, por eso son cuatro historias que se corresponden con las cuatro comidas y con diferentes conflictos”.

“Digan Wisky“, una obra que busca interpelar a través de cuatro sketch donde el hilo conductor es la mesa familiar que se sienta a comer. “En el desayuno una pareja se estanca y no encuentra proyección; en el almuerzo otra pareja atraviesa un duelo; en la merienda una madre retiene a su marido y a sus hijos a través de la manipulación, y en la cena, hijos adultos no logran ponerse de acuerdo con el destino de su madre”, sintetizó la directora.

EL PÚBLICO COMO ESPÍA DE LAS SITUACIONES FAMILIARES

 “Digan Wisky” es una obra de teatro que integra cuatro historias que se construyen alrededor de una mesa como “elemento de unidad”. “La idea es que el público pueda funcionar como espía de estas familias: ver lo que se elige no mostrar, lo íntimo, la contracara del retrato familiar, lo que no queda para la posteridad”, explicó la dramaturga y directora.

En cuanto a la escritura, la artista local sostuvo: “La dramaturgia surgió como una necesidad de seguir haciendo teatro desde una iniciativa personal, más allá de mi rol como actriz que fue mi forma de vincularme siempre con el teatro. Eso me llevó a pensar sobre qué me interesaba hablar, qué temas me interpelaban y me motivaban a escribir”.

“Los hijos vienen a cambiarlo todo” fue el origen de la historia de la merienda. Esas frases me ayudaron a pensar los vínculos: hijo-madre, pareja, hermanos. A partir ahí, y de profundizar los conflictos y sus relaciones, fueron delineándose los once personajes de la obra. Es decir, su aspecto, movimientos, tonos de voz, mirada, gustos, intereses. Su lugar dentro de esas familias”, sostuvo.

En el primer sketch (el desayuno) una pareja juega a que el varón es hijo de la mujer como una suerte de juego erótico. Por debajo se construye la idea de que ella quiere separarse, pero no logran hacerse cargo y la escena se diluye con un nuevo juego de rol: él ahora es el padre de ella. “Lo primero que surgió fueron voces. Una madre que llama a su hijo decantó en una pareja que juega a la mamá”, compartió Rinaldi. Mientras que en el segundo (el almuerzo) no hay texto. Una pareja se prepara para comer. Ella pone un tercer plato, él quiere quitarlo. Nunca se dice de forma explícita, pero tienen maneras distintas de atravesar un duelo.

En un tercer momento (la merienda) una madre hipocondríaca cree enfermarse a cada rato y de ese modo mantiene la “unidad familiar”; su marido y sus dos hijas no pueden construir nada, siempre está la enfermedad latente.  Y en el cuarto (la cena) dos hermanas y un hermano se reúnen para charlar sobre la madre que está mayor y necesita ayuda. Piden empanadas para comer y el conflicto se desplaza hacia la elección de la comida, porque en realidad no pueden resolver el tema que los convocó.

Ver más: , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , ,

11/01/2023