Florencia Freijo: un libro que busca liberar mandatos y acompañar la lucha diaria de las mujeres
La politóloga y referente feminista presentó su primer libro “Solas (aun acompañadas)”. Propuso tomar conciencia sobre el “deber ser” y las exigencias para liberar.
La casona de la Villa Victoria Ocampo resultó ser el marco ideal para que María Florencia Freijo presentara su primer libro “Solas (aun acompañadas)”. En una sala colmada de gente, la politóloga ahondó sobre las cargas mentales que sostienen las mujeres, los mandatos, el “deber ser” y las exigencias de una sociedad. De esta forma, una de las referentes del feminismo plantea un material, único y personal, que invitar a comenzar a liberar y realizar nuevos pactos para construir una sociedad diferente.
“Solas (aun acompañadas)” es un texto impecable y de fácil lectura en el que la autora demuestra que la sobrecarga, la soledad y la función cuidadora de la mujer no son eslabones aislados sino parte de una matriz. En el libro, la escritora aborda ejes históricos de la industria cultural y del entretenimiento para intentar concluir en qué momento se profundizó la brecha social entre hombres y mujeres.
También se cuestiona por qué, pese a saber la diferencia que existe, las mujeres invierten sus recursos de tiempo y dinero en busca alcanzar aquel amor romántico, pensando que la familia tipo es el único destino posible, ya que al instalarse culturalmente esta idea construyó en las mujeres el ideal de que al enamorarse estaba bien visto mantener relaciones sexuales y el prejuicio, entonces, era menor. En el libro, la autora profundiza sobre esta idea y analiza películas y libros que fueron referentes de generaciones. “El amor romántico te permitía irte de la casa de tus padres sin sentirte juzgada, te permitía gozar sin culpa y salir de estructuras muy firmes”, argumenta.
Cuando Florencia Freijo plantea “Solas (aun acompañadas)” no se refiere a un aislamiento concreto sino a “la presión entre nuestros deseos que son adormecidos desde temprana edad, para estar adaptadas a una vida que nos enfrenta a limitaciones relacionadas a nuestro género”, compartió en el marco de la charla.
Hay normativas sociales que delimitan cómo deben ser los comportamientos ideales de las mujeres. “Se puede hacer una lectura de género de cómo las mujeres son portadoras de una normativa que hace que el comportamiento de la buena mujer se regule y siempre esté estandarizado. La mujer que sale de la norma, la Victoria Ocampo que decide fundar una editorial, la Silvina Ocampo que escribe de manera gótica en lo que es la literatura infantil; son las malas mujeres que son señaladas por otras mujeres que sí son parte de la norma”, expresó Freijo durante la presentación del libro. Es por eso que resaltó la idea de “generar un nuevo pacto entre mujeres”.
¿Ustedes ven la cantidad de gente? Bueno, había gente afuera que no pudo entrar. No puedo creerlo. Hermoso público, fui tan feliz. Gracias por otra presentación de Solas, que nervios hacerlo en lo ciudad. pic.twitter.com/QURbR8wchD
— Maria Florencia Freijo (@florfreijoo) February 22, 2020
“Las mujeres cargamos con mandatos desde niñas, el tipo de juguetes que la industria nos propone ya nos marca como futuras cuidadoras. A las mujeres nos imponen el ‘deber ser’: ser buena hija, novia, esposa, madre, amante, femme fatale“, retrató durante la actividad.
Es por eso que Freijo plantea romper con estereotipos, incluso con la idea de que las mujeres feministas son aquellas que pueden con todo y van contra todo. “Las feministas tenemos que saber poner límites. Las mujeres nos pusimos los pantalones, pero los hombres no se pusieron las polleras. ¿Cuándo va a ser el momento en el que haya un reparto igualitario de las tareas de cuidado, de crianza, de la amorocidad y una nueva cultura del afecto de la masculinidad?”, cuestionó.
Por último, la politóloga y escritora destacó, como lo hace activamente a través de sus redes sociales: “La soledad de las mujeres es la lucha diaria, la lucha de un sistema que nos queda incómodo, y en el que que hagas lo que hagas siempre vas a estar en un lugar errado porque a las mujeres se nos persigue con la falta. Esa falta es nuestra soledad”.
