Lunes 29 de abril | Mar del Plata
31/12/2014

La tradición de un folclore con nuevos sonidos

El Palenque se transforma cada noche en escenario de artistas que mantienen vigente la música popular argentina, aun con la incorporación de instrumentos “ajenos” al género. Un show de Leo Cepeda es un buen ejemplo.

La tradición de un folclore con nuevos sonidos
(Fotos: Kito Mendes)

La ecuación de lo que ocurre en Mar del Plata con el folclore es clara para Leonardo Cepeda: hay muchos folcloristas y mucha más gente que lo baila. Pero hay pocos espacios y poca difusión. Y hay un público que se mantiene, pero no crece.

Es domingo a la noche y Leo Cepeda está a punto de presentarse en un escenario que ya le es familiar: El Palenque, autodenominada “La peña folclórica de Mar del Plata”.

Su propuesta es tocar un puñado de sus propias canciones más las tradicionales, las que nunca fallan. El objetivo es la fusión, la incorporación del  bajo, de la percusión, siempre manteniendo “el respeto por la raíz”. Hay dos ejemplos que Leo identifica rápidamente para entender por dónde pasa hoy el folclore que él promueve: Jairo y León Gieco.

“Busco un folclore más existencialista y de protesta”, dice y cuenta que trabaja en un próximo disco que contendrá todos temas propios, que irán en ese sentido.

Leo Cepeda sobre el escenario tiene una remera roja y un jean, así como cualquiera que pasa caminando por la calle. Arranca con unos temas tranquilos, solo con su guitarra. Cierra los ojos en cada tema como buscando en esa oscuridad el sentir de la canción.

Entonces anuncia una “zambita” y mientras una mujer de unos 60 años se saca una selfie con su imponente celular, suena Zamba del Pañuelo y Leo canta: “Mi pena le da sus penas y tu recuerdo, su soledad”.

Mientras tanto, unas 50 personas escuchan, cantan los clásicos –Luna Cautiva y Zamba por vos, entre varias otras- y se mueven ante el tradicional ritmo.

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Al rato, sube la banda que acompaña a Leo, compuesta por Juan Pablo Sabater en guitarra, Mariano Seijo en bajo, Daniel Alberola en flauta y Santiago Vivani en percusión.

Entre canción y canción aparecerá una chacarera y después un gato y tres o cuatro parejas dejarán de comer para bailar con una pasión distintiva, intercambiando miradas propias de folclore. Se genera el clima.

Leo sostiene que no hay un gran público que se acerque en la ciudad y que en “el interior” la movida es más grande. Mientras tanto, los 50 de esta noche disfrutan de lo tradicional con esos sonidos “renovados”.

Mientras tanto, también, se libra una especie de lucha en silencio contra los fundamentalistas “que no aceptan ni que se enchufe una guitarra”.

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31/12/2014