Jueves 02 de mayo | Mar del Plata
13/12/2016

Doce años de prisión para un policía que baleó a un joven

Maximiliano Castellano fue encontrado culpable del delito de torturas y lesiones gravísimas por haber disparado balas de goma con una escopeta a un joven que estaba tirado en el piso tras una persecución. El hecho ocurrió en marzo de 2015.

Doce años de prisión para un policía que baleó a un joven
(Foto: ilustrativa / QUÉ Digital)

Un policía que en marzo de 2015 le disparó balazos de goma a un joven que estaba tirado en el piso en posición fetal y sin armas luego de una persecución -lo cual le costó a la víctima que le amputaran una pierna- fue condenado a doce años de prisión. El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) Nº1 lo encontró culpable del delito de torturas y lesiones gravísimas, calificación con la que había llegado la juicio.

Los jueces Facundo Gómez Urso, Pablo Viñas y Aldo Carnevale dieron a conocer este martes la sentencia del juicio que se llevó adelante contra el policía Maximiliano Castellano, quien en marzo de 2015 le disparó balazos de goma a corta distancia a Ezequiel Cornejo mientras estaba en el suelo, reducido, tras haber sido alcanzado en una persecución. Las lesiones luego le provocaron que tuvieran que amputarle una de sus piernas.

Como consecuencia de las pruebas presentadas por el fiscal Alejandro Pelligrinelli, los jueces resolvieron condenar a Castellano como autor del delito de torturas seguidas de lesiones gravísimas a doce años de prisión además de inhabilitación absoluta y perpetua para ejercer la función pública.

A lo largo del debate, la defensa del policía, representada por Liliana Castañeira, cuestionó exclusivamente la autoría y la responsabilidad de Castellano en el hecho.

En este sentido, los jueces consideraron demostrado que el 19 de marzo de 2015 a las 2.40 en intersección de Ortiz de Zárate y Canosa, luego de una persecución que procuraba la identificación de dos personas que circulaban en una moto, al caer Cornejo del rodado -en el que circulaba como acompañante en la parte trasera- y al verse reducido por un efectivo y mantenerse en posición fetal tirado en el piso, el sargento Castellano le efectuó tres disparos con una escopeta calibre 12/70 con dos postas de goma pese a que en todo momento la víctima permaneció inmóvil en el piso, sin siquiera intentar moverse.

“¿Qué se piensan que son, que van a andar así en la calle?, ¿qué tenés?, ¿qué le diste a tu compañero cuando saltaste de la moto?”, le gritó Castellano a la víctima tras advertirle que  que se quedara quieto o lo mataba.

Por otro lado, dieron por acreditado que los dos jóvenes había huido en la moto sólo por temor a que la policía la secuestrara nuevamente. “Nosotros estábamos yendo con mi primo y un par de amigos más para el skate del centro, aparece un patrullero sin sirena ni nada, justo mi primo había sacado la moto de tránsito y para que no se la sacaran de nuevo, aceleró”, declaró la víctima en le juicio en sintonía con otra prueba presentado en el debate.

Ante este escenario, los jueces remarcaron que en el caso no se puede soslayar “las circunstancias que dieron origen a la persecución, claramente determinadas por una mera sospecha para identificar, lo que es válido, aunque el devenir de los hechos derivara en actos abusivos, ilegítimos y desproporcionados”.

En cuanto a la autoría del hecho por parte de Castellano, los jueces afirmaron que “las evidencias rendidas durante el debate no dejan lugar a dudas respecto de su rol protagónico”.

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13/12/2016