Encontraron un cuerpo sin vida en una fábrica abandonada
El hallazgo se produjo cuando dos nenes jugaban en el lugar, ubicado en Cerrito al 700. Hay claros indicios de que se trató de un homicidio. Una de las hipótesis más fuertes es que podría tratarse de Pablo Bello, desaparecido desde el 23 de mayo.
El cuerpo sin vida de una persona fue hallado esta mañana por dos nenes que jugaban en una fábrica abandonada, ubicada en Cerrito al 700. El cadáver fue encontrado debajo de la basura, en un terreno en el que están emplazadas distintas viviendas precarias que conforman un asentamiento. De acuerdo a las primeras informaciones, se trató de un homicidio. Una de las hipótesis más fuertes por estas horas es que se trataría de Pablo Bello, el remisero desaparecido el 23 de mayo en la ciudad.
Según lo informado por fuentes judiciales, el hombre se encontraba vestido, con jean, zapatillas blancas y un chaleco de polar azul sobre el rostro. El cuerpo presenta un estado de descomposición avanzado, por lo que la muerte sería de larga data. A su vez, en la cabeza del individuo se pudo vislumbrar una herida, que puede haber sido el causal de la muerte.
En ese sentido, ahora se deberá proceder a la congelación del cuerpo para así poder practicarle la autopsia, lo que permitirá establecer los causales de muerte y la identidad. Una de las hipótesis más fuertes por estas horas es que se trataría de Pablo Bello quien se encuentra desaparecido desde el 23 de mayo en la ciudad. En el lugar trabajó personal de la comisaría tercera, Policía Científica y el fiscal de turno, Alejandro Pellegrinelli.
LA DESAPARICIÓN DE PABLO BELLO
El hombre, de 38 años, trabajaba como remisero y se había casado hacía poco más de un año y tres días después de que se lo viera por última vez. Su auto apareció desmantelado en Cerrito 736, a escasos metros de donde este sábado fue hallado un cuerpo en el predio donde se encuentra una fábrica abandonada.
La principal hipótesis de su desaparición parte de una supuesta relación amorosa entre su esposa y uno de sus amigos, quienes se fueron a vivir juntos tiempo después de que Pablo Bello desapareciera. Ese amigo declaró en la causa y afirmó que el día de la desaparición, Bello estuvo en su casa y luego se marchó. A su vez dijo haber llamado al 911 cuando su amigo no retornó. Sin embargo, la familia de la víctima pone en duda que haya existido esa llamada. En estos dos meses, no hubo ningún rastro de Pablo Bello.
