Serebrinsky: “El delito no se resuelve con un Estado policial”
El precandidato a intendente de la UCR propone crear “un mapa de los delincuentes”. “Hay que buscarlos, meterlos presos y no soltarlos”, aseguró. Además, defendió el acuerdo político con el PRO: “Enfrentar al FpV por separado, era ingenuo”.
Hacía varios años que “acompañaba”, pero en el 2015 -por segunda vez- se atrevió a “jugar fuerte” y se afianzó como precandidato a intendente. Gustavo Serebrinsky es hoy dentro del acuerdo político entre la UCR y el PRO, tal vez, el más aferrado a la bandera radical. Lleva en su discurso duras críticas a la gestión de Gustavo Pulti y emprendió hace meses una campaña “barrio por barrio”. Las políticas para combatir la inseguridad son uno de sus fuertes y afirma que “hay que meter mano con decisión y coraje”, pero advierte que hay que cambiar el concepto de “prevención” por una “inteligencia criminal” y dejar de hablar de un mapa del delito para pasar a conformar “un mapa de los delincuentes”.
Gustavo “Tato” Serebrinsky tiene 54 años. Fue diputado bonaerense por la Concertación e integró el bloque de la Unión Cívica Radical. En el 2007 fue precandidato a intendente de Mar del Plata por el espacio Compromiso K y años más tarde llegó también a ser diputado nacional por la provincia de Buenos Aires. Está convencido de que el modelo de gestión de Pulti “está agotado” y se autoproclama ser el precandidato que más creció en el 2015 dentro del acuerdo UCR-PRO, desde donde hoy busca ser el próximo intendente de la ciudad.
-¿Cómo analizás el acuerdo que el radicalismo selló con el PRO?
-Más allá de cómo nos caiga a los dirigentes, es lo que pedía la gente. Estamos enfrentando a un gran acuerdo, que no es solo un acuerdo político, porque el Frente para la Victoria si bien tiene peronistas, también tiene UCD y otros sectores conservadores, y se ha quedado con gran parte de los bancos, con el negocio del juego… la verdad es que tienen un poder que, enfrentarlos por separado, era ingenuo.
UNA CAMPAÑA RADICAL
El pacto político de la UCR con el sector que conduce Mauricio Macri tiene puntos de acuerdo en debate. Gane quien gane la interna, “deberá respetarlos y cumplirlos”.
Serebrinsky asistió días atrás a la apertura del local partidario de Emiliano Giri, pero por fuera de lo mediático, su campaña -como él la define- es “casa por casa y barrio por barrio”.
“Falta poco para el cierre de acuerdos. La verdad es que estamos haciendo un trabajo casa por casa, barrio por barrio y nos está dando un muy buen resultado. Nosotros estamos promocionando la lista completa de la Unión Cívica Radical con Sanz como candidato a presidente y estamos teniendo una muy buena recepción”, explicó.
Ciertas encuestas lo muestran a “Tato” como el precandidato que más creció dentro de la interna. “Ojo, no las mandé a hacer yo”, aclara y se ríe mientras dialoga con QUÉ. “Estoy en cuarto lugar, mientras algunos están bajando y otros quedaron muy amesetados hace tiempo”, aclaró y aseguró que si gana respetará el acuerdo, pero mientras tanto, su campaña tendrá más rojo que amarillo.
MAR DEL PLATA, UNA CIUDAD “QUEBRADA”
Serebrinsky habla de una ciudad que, fruto de la gestión política de los últimos años, “está quebrada”.
En este sentido, analizó: “Tenés una gran Mar del Plata que siente un abandono importante y que no se respetan sus prioridades. Si hacés natatorios y a 100 metros tenés chicos que no comen y no van a la escuela y sus padres no tienen trabajo, no es prioritario un natatorio. Tal vez en Suecia, donde los chicos tienen todo resuelto, nadar es importante, pero acá los pibes necesitan otra contención”.
Dice que las recorridas de campaña terminaron de confirmárselo. “Esta ciudad quebrada que llega hasta Champagntat, Juan B. Justo y Estrada, tiene una ciudad por detrás de esas avenidas que tiene verdaderas urgencias. Y eso los vecinos te lo remarcan en todos lados”, analizó.
¿La inseguridad y el desempleo son los temas que más te marcan los vecinos?
-Sí, ambos y en ese orden. Yo tengo mi mirada. No estoy de acuerdo con la Policía Municipal y no estoy de acuerdo con que hable permanente de la palabra prevención. Hay dos planos en el tema seguridad: uno es de mediano y largo plazo, que tiene que ver con la inclusión, las oportunidades, la posibilidad de recuperar a aquellos que padecen adicciones, con generar empleo, mejorar la educación y generar morales ejemplificadoras. Pero en lo inmediato, los vecinos tienen en claro en cada barrio quiénes son los que están dispuestos a matar y me parece que no hay que dar más vueltas. Hay que ir a buscarlos, hay que meterlos presos y no hay que soltarlos.
-¿Cuál creés que es el rol de la política para combatir esa realidad?
-El crimen organizado tiene responsabilidad política, de algunos sectores de la Justicia y también de las fuerzas de seguridad. Yo propongo hacer un sistema de denuncia segura en el que queden grabadas, que se haga un sumario en forma inmediata y que trabajemos en forma mancomunada con las fiscalías y los juzgados para rápidamente cambiar la historia.
Lo que pasa es que con un Estado policial no se resuelve el delito. Los vecinos saben quiénes venden drogan o armas, quiénes son los que salen de caño a morir o matar todos los días. Entonces, no hablemos más del mapa del delito y hagamos el mapa de los delincuentes. Todos sabemos dónde están, cómo se llaman. Las requisas y todo el show que hay forma parte de una gran hipocrecía. Me parece que hay que meter mano con decisión y coraje.
-Mencionaste a la recuperación de adicciones como una cuestión a resolver a mediano o largo plazo…
-El Estado tiene que tener una presencia activa en ese sentido, pero no se resuelve de hoy para mañana. Estados Unidos consume el 40% de la droga del mundo. En Europa toman más droga y más alcohol que en la Argentina. La diferencia es que allá es un acto privado, la gente tiene dinero para bancarse eso. Acá han hecho soldados de chicos que son víctimas y victimarios del crimen organizado y salen todos los días a morir o matar para sacar cien pesos para comprar porquerías.
EL OCULTISMO POLÍTICO
Hasta el momento, Carlos Arroyo es el único de los principales precandidatos a intendente que no terminó de definir en qué partido disputará las elecciones. La especulación, el acercamiento al Frente Renovador y el alejamiento del PRO parece más mediático que real.
¿Te interesa o te es indiferente que Arroyo vaya por dentro del acuerdo UCR-PRO?
-Lo que no me es indiferente es que uno no tenga convicciones. A mí me criticaron mucho por las decisiones que tomé. Yo soy radical y cuando decidí acompañar la Concertación fui muy criticado, pero lo hice a la luz del día, con las manos arriba de la mesa. Creí en eso, me sentí de alguna manera defraudado por una metolodogía que yo no comparto, pero convencido y no me arrepiento. Hay que dejarse de practicar el ocultismo político y no lo digo solo por Arroyo. Los dirigentes tienen que jugar abiertamente y no especular a ver quién le paga la campaña o con quién le conviene ir, porque eso a la gente no le importa. La gente quiere que le mejoremos la calidad de vida y para eso es que hay que trabajar.
