Lunes 29 de abril | Mar del Plata
15/12/2014

Dostoievski, el gigante ruso

Fiódor Mijáilovich Dostoievski (Moscú 1821- San Petersburgo 1881) es uno de los más grandes novelistas de la literatura universal. Sus personajes atormentados- antihéroes- son la extensión de un escritor enfermizo, vicioso y genial.

 

Dostoievski 1

 

QUIÉN

Su cuerpo enclenque tiembla, se contrae y se expande, se retuerce. Brazos y piernas se mueven semejantes a los de una marioneta. Los ojos en blanco y la boca semiabierta completan el patético cuadro. Superado el sopor, pide a su esposa que llame al médico. La respuesta es negativa, se le adeudan tres consultas y los últimos rublos, adelantos de la próxima novela, fueron despilfarrados en la ruleta.

Segundo de siete hermanos de una familia de origen bielorruso, Dostoievski se cría en la Rusia zarista y bucólica que condena a  veinte millones de personas a la servidumbre. Los dieciocho años lo descubren huérfano y estudiando Ingeniería Militar. Alterna la vida castrense con sus primeros relatos y traducciones de Balzac. En 1946 publica su primera novela Pobres gentes; el éxito de lectores y crítica es inmediato. Salvando algunas excepciones, todas sus publicaciones –que aparecían en los periódicos- fueron vivadas por su pueblo, muchas de ellas catalogadas como obras maestras.

Sus ojos están vendados, un sudor frío le recorre las sienes. Con pasos lentos se acerca al pelotón de fusilamiento. Se encomienda a Dios. Minutos antes de escuchar los disparos (que ya sonaban en su mente), llega la noticia de que la pena de muerte fue conmutada y que será destinado a Siberia para cumplir cinco años de trabajos forzados. El cargo: formar parte de un grupo de intelectuales que conspiraban contra el zar Nicolás I.

Los ataques epilépticos lo acompañaron toda su vida, también su adicción al juego. Creía tener el poder de anticipar los números en los que se detendría la bola de la ruleta, pero su presentimiento fallaba recurrentemente y las deudas se acumulaban. Acudía a usureros y pedía adelantos por futuros trabajos literarios. La novela El jugador debía ser entregada en un mes, no tenía escrita una sola línea. Contrató una taquígrafa para hacer más veloz el proceso. El texto se terminó en veintiséis días y la intimidad con su secretaria terminó en matrimonio.

Toda su obra fue escrita en la enfermedad, la pobreza y la desesperación. Las penurias de su vida las retrató en personajes desesperados, pasionales, pecadores. Una hemorragia pulmonar le quitó el aliento y la pluma. Una multitud escoltó su féretro por las calles de San Petersburgo. Gente ordinaria, sufrida, huérfana. Las pobres gentes que el gran Dostoievski transformó en sus héroes.

 

POR QUÉDostoievski tumba

 “Como el descubrimiento del amor, como el descubrimiento del mar, el descubrimiento de Dostoievski marca una fecha memorable de nuestra vida”, dijo Jorge Luis Borges en el prólogo de una edición de Los demonios. Dostoievski creó su obra durante la segunda mitad del siglo XIX, preponderaban las corrientes literarias del realismo y el romanticismo. Son variadas las temáticas que lo inquietan, pero principalmente una que sintetiza a todas las demás: la humanidad. La teología, la psicología, la culpa, la existencia de Dios son temas universales que hacen que sus novelas sean atemporales. Entre sus admiradores se encuentran nada menos que Friedrich Nietzsche y Sigmund Freud.

Mijail Bajtin utilizó el término “polifonía” para teorizar acerca de la poética en Dostoievski. Múltiples voces, similar al aporte de Bach a la música. Ya no hay narradores que todo lo ven, que hacen decir a sus personajes los conceptos morales y éticos que desvelan al escritor. En las páginas de Dostoievski vagan seres contradictorios que sufren, se equivocan y dan la sensación de tener vida propia. No juzga a los hombres y mujeres que crea, deja que su derrotero se guíe por el libre albedrío. El profundo análisis de la psicología de los personajes- antes del psicoanálisis-  le aporta una potencia extraordinaria a sus historias. El dolor del alma humana se recrea como nunca antes y nunca después.

En la lista de tareas para el año que pronto comenzará, hay que agregar, con letra grande y subrayado: leer una novela de Fiódor Dostoievski.

 

POR DÓNDE

Las novelas de Dostoievski suelen ser extensas (casi siempre más de 500 páginas) y abundantes de personajes. Para no rebotar con el primer libro que caiga en nuestras manos, hay algunos textos interesantísimos que ofrecen menores dificultades.

Noches blancas (1848) Es una novela corta que transcurre durante cuatro noches, en la época del año en que la oscuridad es muy breve por la cercanía con el Polo Norte.  Cuenta la historia de dos amantes, sus desventuras y soledad. Está narrada en primera persona.

El jugador (1867) La novela fue dictada a una taquígrafa durante veintiséis días. Es un texto ágil y explora la vida de un adicto al juego, padecimiento que el propio escritor sufría.

-Humillados y ofendidos (1861) El título da un pantallazo general de las vicisitudes de los personajes, pero no desde una perspectiva denunciante o panfletaria. El personaje principal, un joven escritor, describe al Dostoievski en la época de la publicación de Pobres gentes.

 

Luego de algunas de las mencionadas anteriormente, se pueden abordar las obras maestras: El príncipe idiota, Crimen y Castigo o Los hermanos Karamasov.

Ver más: ,

15/12/2014