Jueves 02 de mayo | Mar del Plata
25/08/2019

Adultos mayores: “Es una población que necesita estar más apoyada”

Un informe del Barómetro de la Deuda Social con las Personas Mayores indaga sobre los intereses educativos de las personas mayores y el interés por aprender. 

Adultos mayores: “Es una población que necesita estar más apoyada”
(Foto: ilustrativa / QUÉ Digital)

Luego de que esta semana, y en el marco del XVI Congreso Argentino de Gerontología y Geriatría, el Observatorio de la Deuda Social Argentina presentara en la ciudad el boletín “La capacidad de aprender en las personas mayores” -realizado por el Barómetro de la Deuda Social con las Personas Mayores (Universidad Católica Argentina)- el coordinador del mismo, Enrique Amadasi, ahondó acerca de los resultados del estudio, abocado a analizar el interés por seguir formándose, estudiar o aprender entre las personas mayores. “Hay muchos más prejuicios sobre las personas mayores en relación a lo que realmente sucede, aunque también hay muchas carencias”, reflexionó.

El boletín “La capacidad de aprender en las personas mayores” fue realizado por el Barómetro de la Deuda Social con las Personas Mayores (Universidad Católica Argentina) en alianza con la Fundación Navarro Viola y el Banco Supervielle con el objetivo de conocer en detalle la realidad de este sector de la población, en cuanto a su capacidad y ganas de seguir aprendiendo. En detalle, el estudio indaga sobre los intereses educativos de las personas mayores y si el interés por aprender/estudiar es uniforme o reconoce variaciones según algunos atributos personales o estructurales de este grupo poblacional.

En el marco de su paso por la ciudad, dentro del XVI Congreso Argentino de Gerontología y Geriatría, el coordinador del Baómetro habló con QUÉ Digital acerca de diversos aspectos, aunque principalmente se refirió a por qué es tan importante promover las capacidades del aprender entre los adultos mayores. “Es una población que necesita estar más apoyada” socialmente”, sostuvo al respecto.

En cuanto al estudio, reparó en las principales conclusiones, y en ese sentido puntualizó que, por ejemplo, el informe da cuenta que mientras una de cada dos personas menores de 60 años seguirían estudiando algo, el porcentaje se reduce en el segmento comprendido por las personas mayores de 60: solo el 30% estaría interesado en continuar aprendiendo.

“Esto es natural y esperable por el aumento de la edad, pero la sorpresa es que ese número es alto porque si se tiene en cuenta que hay unas 6 millones de personas mayores en Argentina, hablamos de más de un millón de personas en todo el país que si pudieran estudiarían algo, harían alguna acción educativa”, graficó.

En esa misma línea, y en lo que refiere a los factores que impiden concretar ese deseo, Amadasi habló de quienes viven solos, en pareja, con otros adultos mayores o con sus familias: “Los que viven exclusivamente con otra persona mayor, son los que tienen más inercia para seguir estudiando versus los que viven solos o con sus familias, que tienen mayores obstáculos. Pero el principal factor tiene que ver con lo socioeconómico: el primer factor es haber terminado el secundario y eso es una minoría”.

Sobre esto último, el especialista evidenció que, naturalmente, entre quienes terminaron el secundario el porcentaje de ganas de aprender aumenta, pero entre quienes no pudieron completar ese segmento educativo también se vislumbra un gran número de personas interesadas en seguir educándose.

“Lo que pasa es que hay un factor de diferenciación educativa y social muy grande; las ganas de seguir aprendiendo siguen como una escalera: a más nivel económico y social, más ganas de seguir estudiando. Pero aún en el estrato más bajo, de la población más pobre, 1 de cada 5 si pudiera aprovecharía una oportunidad educativa. Entonces hablamos de un tema muy transversal”, sumó.

 EL DESEO, EL APRENDIZAJE Y EL ROL DEL ESTADO 

En el estudio también se analiza, por fuera del deseo, si los encuestados pudieron completar en el último año algún tipo de experiencia educativa. Y aunque los números marcan que solo el 10% pudo hacerlo, lo cierto es que eso implica que “600 mil personas mayores sin que nos diéramos en cuenta el último año hicieron una acción educativa: la mitad a través de servicios privados (talleres, cursos) y el resto por la presencia del Estado, principalmente a través de PAMI”.

Para Amadasi, estos números hablan de lo mucho que falta, pero también de lo que se ha avanzado. “Siempre falta, debería haber una política para que ese 70% que no está en interesado en estudiar se interese. O para que el 90% que no hizo nada en el último año, lo pueda hacer. Pero el camino está trazado, más allá de los gobiernos, es una política de Estado porque sigue vigente”, consideró.

Finalmente, y en lo relativo a la valoración que a nivel social tienen los adultos mayores, para el referente del Barómetro de la Deuda Social con las Personas Mayores “sin dudas es una población que necesita estar más apoyada socialmente”. “Pero los problemas que hoy tienen son problemas que se generaron por la sociedad, no por los gobiernos. Pero mirando los resultados y sabiendo que hay un 80% de la población que solo cobra la jubilación mínima, uno esperaría que estuvieran peor de lo que nos encontramos. Hay muchos más prejuicios sobre las personas mayores que lo que realmente sucede, aunque también hay muchas carencias”, completó.

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25/08/2019