Alfar: la odisea de convivir con los mismos pozos hace 30 años
Los vecinos no obtienen respuestas de la Delegación del Puerto. Una vez más están juntando dinero para hacer arreglos precarios por su cuenta.
En Alfar, donde en pleno siglo XXI el agua potable es un servicio reciente, el mal estado de las calles es un problema que persiste y se agrava con el tiempo. Hay sectores del barrio literalmente intransitables, pozos que existen hace décadas, veredas con pasto en las que se forman caminos para poder pasar y reclamos históricos con respuestas que siguen postergándose.
La mayor parte de las calles de este barrio residencial del sur de Mar del Plata necesita el arreglo y el mantenimiento que hace tiempo no tiene. La granza no llega, el asfalto mucho menos, el barro se acumula y la lluvia no hace más que agravar la situación.
Desde hace tiempo la sociedad de fomento viene reclamando por el arreglo de las calles a través de distintos medios. Las autoridades de la anterior gestión y de la actual lo han hecho varias veces ante el Ente de Vialidad y Alumbrado (Emvial) y también ante la Delegación Municipal del Puerto. El mes pasado hubo una reunión con el delegado Luis Ignoto, a quien le plantearon otra vez la situación.
Si bien en estos últimos años algunas calles han sido reparadas, la falta de mantenimiento y la lluvia hacen que con el tiempo vuelvan a estar igual. Y los baches más antiguos del Alfar, siguen igual o peor.
En la esquina de Thames y la Diagonal Central, a cuatro cuadras del Hotel Alfar, un enorme cráter convive con los vecinos entre el barro y el agua de lluvia acumulada, convirtiéndose además de un punto totalmente infeccioso. Este gran pozo, por solo nombrar uno, lleva más de 30 años en el mismo lugar. Y desde hace tiempo, una “calle” paralela se formó sobre el pasto de la vereda para poder pasar, aunque también este precario camino hoy se encuentra totalmente intransitable.
Lógicamente no es el único lugar complicado. Sobre la calle Toscana, en el ingreso al barrio por donde pasa el único colectivo con el que cuentan los vecinos dentro del Alfar (511), la situación no mejora y pese a algunos trabajos de bacheo, han quedado grandes pozos.
Hace poco, un grupo de vecinos de la zona se organizó, juntó firmas y volvió a llevarle el reclamo al delegado del Puerto, pero hasta ahora el Municipio no proporcionó ninguna solución.
“Le llevamos una nota con fotos que muestran lo destrozadas que están algunas de las calles, que hace años están así y más allá de algunos arreglos que no duraron, pasaron más de 30 años y siguen igual”, explicó una de las vecinas firmantes en diálogo con QUÉ Digital.
La falta de respuestas al reclamo de los vecinos para que arreglen las calles lleva a una triste realidad que no es la primera vez que se genera: son los propios vecinos los que terminan pagando de sus bolsillos lotes de piedra y escombros para “rellenar” los pozos, lo que proporciona un parche o una mejora circunstancial que vuelve a generar problemas en cuestión de meses.
Las calles asfaltadas en el Alfar son una verdadera minoría. La mayoría de los caminos son de granza y la falta de arreglos y trabajos de mantenimiento queda en evidencia con solo recorrer el barrio.
La cantidad de pozos y esquinas tapadas por el barrio genera importantes problemas para los vecinos para entrar y salir de sus casas, pedir un remise o una ambulancia; ni siquiera los escasos patrulleros que circulan por la zona pueden pasar.
“La verdad es que cansa vivir durante tantos años así, pagando todos los impuestos sin que en ninguna gestión vengan a hacerse eco de lo que hace años venimos reclamando. No es una exageración decir que son intransitables, directamente no se puede pasar; ojalá alguien nos escuche y alguna vez podamos ver las calles arreglada”, completó la misma mujer, vecina del Alfar desde hace al menos 35 años.
