Nuevo Golf: “No nos podemos acostumbrar a vivir en el barro”
Vecinos y vecinas se juntaron nuevamente para reclamar por el mal estado de las calles, la falta de luminarias y la falta mantenimiento de espacios públicos.
Una vez más, los vecinos del barrio Nuevo Golf denuncian el “abandono” de la zona y la falta de respuestas del gobierno municipal. Aunque hace tiempo vienen haciendo reiteradas denuncias a partir del mal estado de las calles, la falta de luminarias y el abandono de espacios públicos, se sienten ninguneados por la falta de soluciones ejecutadas por parte de autoridades municipales.
Es por ello que este viernes al mediodía decidieron cortar el tránsito en Mario Bravo entre Gianelli y Juramento para continuar visibilizando los reclamos, por “el arreglo de todas las calles de granza, la reparación y la colocación de luminarias públicas”. “No nos acostumbremos a vivir en el barro, en la oscuridad y en la marginalidad”, expusieron como lo vienen haciendo desde hace años.
Y, en este sentido, los vecinos y vecinas que le ponen el cuerpo al reclamo expusieron que “las calles del barrio están intransitables”. “También hay luminarias que llevan un par de años quemadas y no se las repara”, denunciaron en el transcurso de la tarde, cuando volvieron a reclamar. Es que para quienes viven en la zona ante cada tormenta o lluvia, en reiteradas oportunidades el colectivo ha dejado de ingresar lo que genera muchos inconvenientes y una importante desconexión con el resto de la ciudad.
“La Delegación municipal del Puerto nos mintió muchas veces. Nunca pudieron entrar a nuestro barrio ni para cortar el pasto de las plazas, mucho menos para arreglar una calle de granza. Fuimos hasta Batán para llevar petitorios al Emvial pero ni nos responden”, subrayó Mario Peralta, referente de la sociedad de fomento del barrio ante la falta de respuestas por parte del gobierno.
En esa misma línea, quienes viven en el sector explicaron que durante el verano la problemática también se hizo sentir debido a la falta de mantenimiento de los espacios públicos y por eso plantearon que los mismos “se encuentran totalmente abandonados”. Sin ir más lejos, por aquellos días, desde la sociedad de fomento contaron que tuvieron que salir y hacerse cargo, para terminar de cortar el pasto de la plaza y asó los chicos del barrio pudieran volver a jugar.
