Eskabe: “Tenemos temor de que esto termine en suspensiones”
Pese a que el gremio que los representa decidió levantar la medida de fuerza que concretaban, los trabajadores y trabajadoras de la fábrica se mantienen en alerta.
Tras levantar la retención de tareas que llevaban adelante luego de que la patronal decidiera pagarles el aguinaldo en dos cuotas -de las que por ahora solo cobraron una- los trabajadores y trabajadoras de Eskabe se mantienen en alerta, ya que continúan los retiros voluntarios y además temen por la continuidad laboral a futuro. “Tenemos temor de que esto termine en suspensiones”, advierten.
Luego de que durante una semana, los empleados de la planta marplatense que se dedica a elaborar artefactos de calefacción, agua caliente y cocción concretaran una medida de fuerza ante la falta de pago del medio aguinaldo, el pasado viernes la empresa depositó el 50% de lo adeudado y entonces, según dicen los trabajadores, de forma unilateral el gremio que los representa – la Unión Obrera Metalúrgica (UOM)- decidió levantar la medida de fuerza, pese a que aún les adeudan el otro 50% del aguinaldo.
En ese contexto, hay un notable malestar entre quienes se desempeñan en la planta, ya que continúan los retiros voluntarios y además temen por el futuro de sus puestos de trabajo. “Tenemos temor de que esto termine en suspensiones o en una reducción horaria queriendo imponernos trabajar seis horas y pagar seis horas”, expusieron.
De acuerdo a lo que pudo saber QUÉ Digital, en la fábrica ubicada sobre Ruta 2 el descontento no solo es con los empresarios, sino también con la UOM debido a que “la mayoría quería seguir (con la retención de tareas) hasta que se abonara la totalidad del aguinaldo, como una medida de protesta”.
Sin embargo, tras levantarse la medida el pasado viernes, el malestar se mantiene y mientras tanto “siguen los retiros voluntarios”. “El lunes se fue otra persona con 28 años de antigüedad y hay otro listo para fin de mes. El clima es bastante complicado, con la producción se sigue igual: baja para lo que veníamos haciendo hace años, pero es casi la misma que julio del año anterior”, resumieron.
Ante este escenario, y al advertir que en la fábrica se trabaja “dos a tres meses” por adelantado -al ser de nueve horas la jornada laboral- el miedo de los trabajadores tiene que ver con qué pasará con sus puestos de trabajo. “Siempre hay una lista de personas que están en la mira”, aseguraron y dijeron sentirse “solos”, ya que a quienes querían continuar con la retención de tareas la UOM les advirtió que iban a recibir una carta documento personal: “Claramente nos dejaban solos”.
