Lunes 29 de abril | Mar del Plata
18/02/2017

“El analítico con mi identidad de género también es un derecho”

Cristal Barraza fue la primera joven trans en tramitar el cambio de identidad en su certificado de estudios en Mar del Plata, donde solo unas 10 chicas como ella terminaron el secundario. “Todas tienen que saber que es posible hacerlo”, contó y explicó cómo.

“El analítico con mi identidad de género también es un derecho”

Semanas atrás la Universidad Nacional de Mar del Plata dio un importante paso al adherir a la Ley Provincial 14.783, que estipula que el 1% del personal en la administración pública bonaerense debe ser ocupado por travestis, transexuales y personas transgénero. La medida es un eslabón más de la cadena de inclusión que en los últimos años creció fundamentalmente a través de la Ley de Identidad de Género. Sin embargo, muchas chicas trans se encuentran con un obstáculo no menor: su certificado analítico, que en la mayoría de los casos conserva el nombre biológico.

En Mar del Plata existen solo unas diez personas trans que concluyeron sus estudios secundarios. QUÉ consultó a la primera joven de la ciudad que tramitó el cambio de género en su analítico, quien abrió el camino para que las demás también puedan hacerlo, con el objetivo de insertarse dignamente en el mercado laboral con el certificado que las reconoce con la identidad asumida y que figura en su documento rectificado.

Alma Cristal Barraza decidió hace unos dos años retomar sus estudios en la Facultad. Sin embargo, su analítico conservaba su nombre biológico, de varón. “Fui a averiguar a la escuela donde había terminado el Secundario y me dijeron que no sabían cómo hacer el cambio de género en el analítico. Y en el Consejo Escolar, en una primera instancia, obtuve la misma respuesta. Nunca lo habían hecho“, contó.

Debido a que “generalmente las chicas trans no tienen el secundario completo, son muy pocas” e incluso “algunas ni siquiera sus estudios primarios”, Cristal comenzó a averiguar e investigar cómo hacer que su certificado analítico se correspondiese con su identidad. “Era abrir el camino para que un montón de compañeras supieran cómo hacerlo, pero principalmente que supieran que se puede, que es posible hacerlo”, continuó.

A través de la Ley de Identidad de Género, el Estado comenzó a reconocer derechos de las personas trans. Sin embargo, advirtió, “este derecho también era fundamental: yo tenía derecho a que mi analítico figure a nombre de Cristal y no el de varón”.

¿CÓMO HACER EL TRÁMITE?

El procedimiento no es complejo pero sí burocrático y extenso. Cristal demoró un año para que el nuevo certificado analítico llegara a sus manos. El primer paso fue concurrir al Consejo Escolar, en avenida Colón y Juncal. “El Consejo debe generar con este pedido una nota a la institución en donde se terminó el Secundario”. Ese es el primer paso.

El segundo, le corresponde al establecimiento educativo. Con esa nota sellada, debe también firmar la documentación en trámite y elevarla a La Plata.

“Lo que te piden es presentar la partida de nacimiento rectificada y el documento de género, para certificar tu cambio de identidad”, añadió la joven, también impulsora -desde la Mesa de Diversidad- del curso de cuidadores domiciliarios en la Universidad Nacional de Mar del Plata que le abrió las puertas a muchas chicas trans de la ciudad para insertarse en un trabajo digno.

CRISTAL ANALITICO TRANS (1)

Para las chicas trans extranjeras que residen en la ciudad, naturalmente, el trámite debe realizarse a través de la escuela en la que estudiaron en su país de origen. “Son pocos los casos que lo intentaron pero las que lo hicieron, pidieron por fax a la escuela el cerficiado de estudios y se lo mandaron a Argentina para continuar el trámite”, añadió.

El trámite, hoy por hoy, “está un poco más agilizado pero igualmente demora, es muy burocrático pero se puede hacer”. Sin embargo, si en Mar del Plata hay tan solo unas diez personas trans que terminaron el Secundario, solo la mitad cuenta con su analítico rectificado.

“Muchas abandonaron la escuela debido a la estigmatización, a la burla, a la discriminación y al hostigamiento”, aseguró. Sin embargo, “ahora ya más facilidades para retomar los estudios con el nombre que figura en el documento gracias a la Ley de Identidad de Género, que respalda al individuo”.

No obstante, Cristal Barraza destacó que “el Consejo Escolar debería hacer visible que esto es posible” para facilitar las cosas, ya que a algunas chicas que buscan insertarse en el mercado laboral “les da verguenza presentar su analítico y que éste siga identificándola con el nombre de varón”. Lo mismo ocurre con aquellas que quieran retomar o iniciar sus estudios.

CUPO LABORAL TRANS EN LA UNMDP

El Rectorado de la Universidad Nacional de Mar del Plata y la Asociación del Personal Universitario (APU) definieron hace semanas adherir a la Ley provincial 14.783, que prevé que el 1% del personal sea travesti, transexual o transgénero. Este avance logrado en la ciudad contempla para este año ingresos en la categoría inicial de los distintos agrupamientos de la planta permanente, actualmente compuesta por alrededor de 800 trabajadores.

“Hay 8 chicas que están en condiciones de poder ingresar a trabajar, concurso mediante. Por eso es importante que sepan que el analítico puede rectificarse para sentirse cómodas”, remarcó Cristal y comentó que “la Universidad ha tratado muy bien a la única compañera que ya está trabajando y no ha sufrido ningún tipo de discriminación”.

Para cubrir este cupo en la UNMdP habrá concursos abiertos y algo que se destaca del convenio alcanzado entre la Universidad y la Asociación aclara que de no haberse acogido a la Ley de Identidad de Género (26.743), “las personas travestis, transexuales y transgénero gozarán del derecho a la confidencialidad de sus datos registrados en su DNI u otra documentación acreditante, siendo su apellido, sus iniciales y su número de DNI los utilizados en sus recibos de haberes, cuenta bancaria, obra social, tarjetas de crédito y otras cuestiones administrativas y/o judiciales”.

Entre los fundamentos de la Ley provincial se deja en claro que “la comunidad travesti, transexual y transgénero de la Argentina se encuentra entre una de las poblaciones más vulneradas históricamente del país. La realidad de este colectivo está atravesada por un contexto de persecución, exclusión y marginación, teniendo grandes dificultades para el acceso a la igualdad de oportunidades y de trato”.

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18/02/2017