En un mes robaron nueve transformadores de energía: reuniones y advertencias
Desde EDEA señalaron un crecimiento de los hechos y puntualizaron que la zona de Santa Paula fue la más afectada.
El robo de nueve transformadores de energía eléctrica durante un mes llevaron a la empresa distribuidora del servicio a advertir por un crecimiento de los hechos y a reunionse con autoridades policiales para pedir mayores seguridad en torno a los dispostivos. Indicaron que la zona de Santa Paula es una de las más afectadas.
Según explicaron desde la Empresa Distribuidora de Energía Atlántica (EDEA), en las últimas horas directivos de la firma se reunieron con jefes policiales de la ciudad para plantear un crecimiento en el robo de transformadores registrados en los últimos meses y plantearon que ello genera, de manera inmediata, la afectación del servicio para numerosos usuarios.
Durante la reunión mantenida en la Estación Departamental de la Policía la empresa entregó un detalle de las zonas más afectadas, entre las que se encuentra Santa Paula.
“Como en ocasiones anteriores, los delincuentes hicieron caer los transformadores al piso para luego llevarse el cobre que conforma el bobinado de los equipos y otros elementos del mismo metal que integra los aparatos”, detallaron desde la compañía y así señalaron que en octubre contabilizaron nueve hechos de las mismas características por lo que sospechan que podría tratarse de las mismas personas.
(Foto: prensa EDEA)
“El robo de transformadores genera múltiples daños puesto que además de dejar sin suministro eléctrico a los usuarios que se alimentan desde los equipos siniestrados, produce inconvenientes en la provisión de agua cuando se afecta a pozos de OSSE, a lo que debe agregarse, como problema colateral, el derrame de la totalidad del aceite que los equipos contienen como refrigerante”, advirtieron.
Desde EDEA, al difunfir la situación y tras la reunión, señalaron que las fuerzas policiales, “se comprometieron a intensificar su accionar para prevenir estos hechos” y señalaron que “no sólo generan perjuicios a la empresa eléctrica sino, fundamentalmente, a los vecinos que se ven privados del servicio eléctrico durante el tiempo que se tarda en reponer el transformador robado”.
