Condenaron a 15 años de prisión a dos jóvenes por un homicidio en Villa Vértiz
El hecho se produjo hace más de tres años y también resultó herido otro hombre, que declaró durante el juicio.
Dos jóvenes de 24 y 29 años fueron condenados a 15 años de prisión en un juicio al que llegaron acusados de haber matado a tiros a un joven y haber herido a otro hombre en septiembre de 2020 en Villa Vértiz. También ordenaron su inmediata detención y fueron trasladados a la cárcel de Batán.
El juicio se llevó a cabo en octubre en el Tribunal Oral en lo Criminal N°1, subrogado por los jueces Ricardo Perdichizzi, Néstor Conti y Juan Manuel Suyero, y esta semana se dio a conocer la sentencia en la que los dos acusados fueron condenados a 15 años de prisión por los delitos de homicidio calificado por el uso de arma y tentativa de homicidio calificado.
Con esa decisión, los jueces descartaron imponerle la pena de prisión perpetua que había requerido en su alegato la fiscal Romina Díaz al sostener la acusación de homicidio agravado por el concurso premeditado de tres o más personas. Para ello, los jueces plantearon que a lo largo del juicio no se acredió “la producción, ni en la etapa preparatoria ni en la de ejecución, de un aporte de persona alguna ajena a los imputados que hubiera sido catalogado como participación necesaria o coautoría”.
Y consideraron que “la mera mención sobre más ‘tiradores’ no identificados ni individualizados en fisonomía, ubicación o siquiera función durante o previa al suceso no permite dar por probado que se hubiera cumplido este requisito”.
El ataque que terminó con el homicidio de Luciano Vargas, de 26 años, y con otro hombre de 44 años baleado y que permaneció internado en terapia intensiva durante más de un mes se produjo el 15 de septiembre de 2020 alrededor de las 23 en la zona de la Villa Vértiz.
De acuerdo a lo dado por probado por los jueces, los dos acusados ese día se dirigieron hasta Ortiz de Zárate y Padre Dutto con el objetivo de atacar a las víctimas: para eso, reseñaron, se ubicaron uno detrás de un arbol y otro en un terreno baldío y desde allí realizaron disparos contra personas que se encontraban en la zona de Posadas e Irala.
Uno de los disparos le impactó en la cabeza Vargas y le provocó la muerte y otro sobre el tórax del otro hombre que permaneció internado en grave estado más de un mes.
Justamente el testimonio del hombre que logró recuperarse de las heridas fue central a la hora de la condena dispuesta por los jueces. “Su declaración fue clara tanto en lo que hace a cómo vivió el hecho como sobre quiénes fueron los autores”, entendió el juez Perdichizzi.
En esa declaración la víctima sostuvo que aquel día su expareja le había pedido que fuera a buscar a sus hijos porque en el barrio había un conflicto y que al llegar, al entrar en el pasillo de la villa, recibió un balazo después de observar a los dos acusados -a quienes conocía del barrio- armados. En detalle, sostuvo que observó a los dos jóvenes avanzar sobre el pasillo en dirección contraria a la que lo hacía él desde la entrada de Posadas e Irala y, en ese marco, le dispararon.
A partir de la declaración de distintos testigos y de plantos de la defensa de los acusados, los jueces entendieron que “no queda duda que los testigos mostraron animadversión hacia los imputados, y que existieron conflictos previos entre el grupo que dentro del asentamiento conformaban los imputados respecto de aquel que conformaban las víctimas” pero destacaron que eso no descarta la versión aportada por la víctima y que, señalaron, fue ratificada por otro testigo.
A su vez concluyeron que “ni los antecedentes penales que puedan registrar los testigos ni las circunstancias presumiblemente ilícitas que motivaran el conflicto (y sobre lo que se explayaron también todos los testigos convocados, afirmando que se trataba de una discusión territorial para el control de la venta de estupefacientes en el asentamiento) son justificantes del hecho cometido” y sumaron que ello tampoco es motivo “para considerar inverosímil o falsa la imputación directa que sobre el hecho dirigen contra los imputados las dos personas hacia las que se efectuaron los disparos”.
Los jueces reseñaron en base a la prueba recolectada que el tiroteo que terminó con las dos víctimas baleadas, una de ellas muerta y la otra herida, “fue una represalia por uno previo, producido durante la tarde” en la que había resultado herido un hermano de uno de los acusado.
Como parte del enfrentamiento entre las partes involucradas en el juicio, los jueces en la sentencia hicieron mención a una situación de violencia vivida en medio del desarrollo del juicio en Tribunales.
Según plantearon, se produjo una pelea entre testigos de ambas partes afuera de la sala de audiencias que terminó con lesiones para algunos de los involucrados.
Por eso, los jueces pidieron la intervención de la fiscalía de turno para la formación de una causa y la investigación de lo ocurrido.
