Sábado 27 de abril | Mar del Plata
30/05/2017

“Mi hija era una persona sana; esto no puede quedar así”

La mamá de Romina, la joven que falleció a fines de abril en el HIGA, denuncia abandono de persona y pide justicia por la muerte de su hija. “Si la hubiesen atendido esto era evitable”, dijo sobre lo sucedido a partir de la falta de médicos.

“Mi hija era una persona sana; esto no puede quedar así”
María, junto a la foto de su hija Romina y dos de sus nietas (Foto: QUÉ Digital)

Romina tenía 28 años, tres hijas y trabajaba elaborando y vendiendo viandas en las fábricas de pescado de la ciudad. A fines de abril de este año comenzó a sentirse mal y, como no tenía otro tipo de cobertura en salud, se acercó al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) para que la atendiera un médico. Una semana después, y tras muchas idas y vueltas, falleció. Hoy su familia denuncia “abandono de persona” y pide Justicia.

María es la mamá de Romina y con todo el dolor a cuestas relata lo sucedido, para que no vuelva a suceder y para que la muerte de su hija no sea en vano. En diálogo con QUÉ, cuenta que el lunes 17 de abril su hija se descompuso y por eso recorrieron gran parte de la ciudad- desde el Puerto hasta el HIGA- para ser atendidas por un médico.

“La llevé al HIGA y no la atendieron. La señora de la ventanilla que da los turnos me dijo que no había médicos en la guardia, que la tenía que llevar a la Unidad de Pronta Atención (UPA), le pedí que la atendiera alguien porque se estaba desmayando y me dijo ‘manejate, llevala a la UPA’ y me cerró la ventanilla”, recordó, respecto a lo sucedido.

Según su relato -y tal y como consta en la denuncia penal por “abandono de persona seguido de muerte” presentada por la Casa del Trabajador– tras la negativa en el HIGA, ambas se subieron a un taxi –nunca les ofrecieron una ambulancia- y se acercaron a la UPA, donde Romina fue recibida por una enfermera, ya que un cartel en la puerta aseguraba que en ese lugar tampoco había médicos.

UPA higa

“La llevaron a un consultorio y a las tres horas salió alguien, un médico creo, y me dijo que tenía hepatitis, me pidieron que la llevara de nuevo al HIGA para internarla. Vino la ambulancia, la llevaron para allá, le hicieron estudios y a las 10 de la noche me dijeron que tenía piedras en la vesícula, que tenía que esperar al cirujano, que recién apareció a la 1,30 de la mañana”, expuso María sobre las demoras y la falta de claridad respecto al cuadro de su hija.

En ese sentido, relató, el médico que la atendió le dijo que volviera a su casa y que se acercara nuevamente en la semana para pedir un turno para operarla: “Miró los papeles, me dijo que no era nada y la mandó a mi casa. Le dije que mi hija estaba amarilla y me dijo que eso era porque tenía todo inflamado. Me la llevé y no le dieron nada, solo la medicación que le pusieron ahí y en el UPA”.

Al otro día, Romina continuó muy mal –con mareos y descompuesta- y finalmente se desmayó. Por eso, su familia la llevó a la sala de salud de Guanahani (Centro de Salud Nº 2) y de ahí la trasladaron al HIGA, otra vez, donde finalmente la operaron. “Después estuvo en terapia intensiva y de ahí no salió más, el domingo falleció”, lamentó María entre lágrimas, todavía sin poder creer lo sucedido.

Consultada respecto a las explicaciones por parte del personal del HIGA, dijo que los médicos solo le dijeron que su hija tenía piedras en la vesícula, que una había salido “y había tapado el conducto que va al páncreas y no dejaba que el jugo gástrico subiera y bajara”.

“Eso fue lo que generó la infección, pero la infección le tomó todos los órganos y yo creo que el lunes ya estaba la piedra ahí ¿El miércoles va a pasar todo?”, se preguntó María, en relación a las demoras en la atención y los diferentes diagnósticos, ya que inicialmente le dijeron que había sido hepatitis e incluso en el certificado de defunción el causal de la muerte es “paro cardiorrespiratorio”.

LA DENUNCIA, ABANDONO DE PERSONA

A partir de esta situación, y al considerar que el HIGA no le brindó la atención adecuada a su hija, María decidió presentar una denuncia penal con el objetivo de que se investigue la responsabilidad penal de los enfermeros y médicos, los directivos del HIGA y las autoridades bonaerenses, desde la ministra de Salud, Zulma Ortiz, hasta la gobernadora María Eugenia Vidal.

“A mí nadie me dijo nada. Me llamaron un día a las 9 de la mañana para que fuera a despedirme de mi hija, pero mi hija era una persona muy sana y esro no puede quedar así, ella tenía tres nenas y no es porque yo las tenga que criar, pero eran sus hijas y ahora no tienen mamá”, consideró y aseguró que si “el médico que dijo que no era nada la hubiera llevado al quirófano, hoy estaría con vida; si la hubiesen atendido esto era evitable”.

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30/05/2017