Mientras definen la causa, los chinos volvieron al supermercado
Las autoridades judiciales aún no resolvieron bajo qué delito se investigará la presencia de las ocho personas alojadas en el comercio de Batán acusado en el marco de los casos de triquinosis. Confirmaron que todos tienen documentación.
Luego del allanamiento realizado en un supermercado en el marco de la investigación por los casos de triquinosis y en el que fueron encontrados ocho personas chinas en condiciones de “esclavitud”, según se consideró inicialmente, las víctimas regresaron al comercio -que fue clausurado- después de que se les haya tomado declaración. Sobre la causa por su estadía en el lugar todavía no se conoce qué esfera judicial la llevará adelante: si la provincial o la federal.
El procedimiento concretado este viernes en el supermercado de Batán que es investigado por los casos de triquinosis tiene dos frentes abiertos: por un lado, la causa original que lleva a cargo la fiscalía de Delitos Culposos contra la fiambrería del lugar apuntada por los vecinos afectados; y por el otro, una causa originada en el allanamiento cuando las autoridades policiales y de la AFIP se encontraron con ocho chinos viviendo en el lugar en condiciones de “esclavitud”, según consideraron en primera instancia. En ese marco, si bien el supermercado fue clausurado, las ocho personas volvieron al lugar luego de haber declarado ante las autoridades policiales.
Fueron diez las personas registradas durante el procedimiento en el supermercado y nueve de ellas se encontraban sin la registración laboral correspondiente. A su vez, ocho de esas nueve, que son de origen chino, no recibían ninguna remuneración económica por desempeñarse allí sino que lo hacían a cambio de comida y alojamiento.
Luego del allanamiento las víctimas fueron trasladadas a la sede de la delegación local de la Dirección de Prevención Ecológica y Sustancias Peligrosas de la Policía bonaerense donde ampliaron sus testimonios frente a las autoridades. También tuvieron contacto con integrantes de la Oficina de Asistencia a la Víctima del Municipio, a cargo de Gastón Herrera, desde donde se informó que las ocho personas están debidamente documentadas y que no manifestaron quejas por cómo se encontraban en el lugar.
En cuanto a la parte judicial, la causa recayó en el fiscal de turno del ámbito provincial, Eduardo Amavet, que se espera que durante los primeros días de la semana defina la calificación de la investigación, ya que de eso dependerá si es competente o si debe transferirse a la Justicia Federal. Según explicó una fuente judicial, la interpretación de los hechos es la que definirá cómo se llevará a cabo la investigación en el marco de modificaciones registradas en el nuevo Código Penal.
Mientras eso se define, las ocho personas regresaron el mismo viernes al supermercado, que tiene las fajas de clausura por parte de la AFIP.
“NUEVOS DUEÑOS EN FIAMBRERÍA”
A principios de la semana, un grupo de vecinos de Batán radicó una denuncia ante la Fiscalía General en la que acusaron a la fiambrería que funcionaba en el supermercado de Perón al 10.500 de Batán de ser la que había vendido los chacinados que provocó los casos de triquinosis. En ese marco, se llevó a cabo el allanamiento de este viernes en el que, según informaron fuentes policiales, no se encontraron irregularidades en la fiscalización sanitaria y se secuestró documentación con el objetivo de determinar las responsabilidades del caso ya que, como detalle no menor, se encontraron en la puerta del local con un cartel fijado que anuncia que la fiambrería posee nuevos dueños.
