Paseo Hermitage: liberaron el paso a las playas que volvieron a ser públicas
A cuatro meses del acuerdo de Arroyo con Aldrey Iglesias, en los últimos días las cercas que impedían el paso a las dos playas que volvieron a ser públicas fueron levantadas.
A cuatro meses de la amenaza del quite de la concesión del Paseo Hermitage – Las Toscas, la marcha atrás y el posterior acuerdo del gobierno de Carlos Arroyo con Florecio Aldrey Iglesias -por medio del cual fue anunciado que dos de las playas que explotaba el empresario volverían a ser públicas– finalmente en las últimas horas fueron quitadas las cercas y vallados que impedían el paso al espacio público.
El “Emprendimiento Paseo Las Toscas y Paseo Hermitage”, ubicado al sur de la Playa Bristol, es explotado por el empresario Florencio Aldrey Iglesias desde 1999 y tiene una prolongada vigencia hasta 2029. Hasta ese momento, según anunció el mayo pasado el intendente Carlos Arroyo, estará vigente el nuevo acuerdo alcanzado, luego de la polémica y tras la quita de la concesión, que finalmente fue frenada en el marco de la renegociación de las condiciones del contrato.
La Unidad Turística Fiscal que explota Aldrey Iglesias en la zona céntrica de Mar del Plata comprende tres playas, 248 cocheras, un anfiteatro, diez locales y un casino -el Casino del Mar, que se incorporó a la concesión al cuarto año de iniciar su explotación en 1999. Y en ese contexto, el acuerdo firmado por las partes implica que de las tres playas que tiene, Aldrey Iglesias se quedará con la explotación de solo una, en tanto las otras dos serán “convertidas en playas públicas que van a ser equipadas -el 40% con sombrillas gratuitas- por el concesionario y van a ser de libre acceso y de uso gratuito”, según se anunció.
En este marco, con el paso de los meses, desde la ONG En Defensa de las Playas Públicas habían advertido que pese a que rápidamente tras el anuncio se comenzaron a desmontar las estructuras y esqueletos de las carpas, todavía seguían colocadas las cercas y las redes que limitaban el paso a esas dos playas.
Y finalmente, este fin de semana, el panorama cambió ya que finalmente fueron retiradas las cercas y el espacio quedó disponible para ser disfrutado libremente.
“Por primera vez una playa privatizada durante décadas vuelve a ser pública. Después de mucho tiempo de luchar y de reclamar, conseguimos algo que hace años cuando comenzamos parecía imposible”, expresaron desde la ONG al mostrar su satisfacción y sumaron: “Logramos lo imposible, logramos empezar a cambiar algo que teníamos naturalizado en nuestra cultura”.
Concretado este paso, ahora resta uno siguiente que también fue anunciado por el gobierno como parte del acuerdo y es que el empresario debe invertir 10 millones de pesos en el equipamiento que tendrán esas dos playas para funcionar durante el verano como “playas equipadas”.
