Lunes 29 de abril | Mar del Plata
21/01/2016

Sufre una enfermedad crónica y vuelve a pedir su medicación

Lorena Aguirre padece artritis reumatoidea. Depende del programa Incluir Salud, que durante el 2015 dejó de enviarle por cuatro meses la droga que mejora su calidad de vida. Los medicamentos llegaron, pero en enero vuelven a faltarle.

Sufre una enfermedad crónica y vuelve a pedir su medicación
Lorena Aguirre padece artritis reumatoidea desde hace casi 10 años. Le reclama su medicación a Incluir Salud

El 2015 fue “una lucha constante” para Lorena Aguirre para obtener lo que le corresponde. Esta joven marplatense de 35 años padece una enfermedad crónica desde hace casi una década (artritis reumatoidea) y tras tener que interrumpir su tratamiento a fines del año pasado por la falta de medicamentos que su cuerpo requiere para bloquear la inflamación progresiva que padece en todas sus articulaciones, el abastecimiento de la droga se normalizó por tan solo unos meses. Ahora, en enero, Incluir Salud volvió incumplir con la entrega y su cuadro vuelve a desmejorar.

Debido a su certificado de discapacidad, esta vecina del barrio Alfar depende del programa federal del Gobierno nacional Incluir Salud (exProfe), ya denunciado en otras oportunidades por su “mal funcionamiento. En los últimos meses del año pasado, el envío de esta medicación esencial para su tratamiento falló y se demoró casi 120 días.

A partir de su certificado de discapacidad a Lorena le prometieron que Incluir Salud no le haría faltar las drogas. Lo concreto es que otra vez la promesa se está incumpliendo y su cuerpo se encargan de recordárselo todos los días.

Luego de contar su historia a fines del 2015, las drogas llegaron y creyó que a partir de entonces el abastecimiento se regularizaría, pero no fue así. En el primer mes del 2016, otra vez, la medicación no fue enviada y su tratamiento quedó en pausa.

El avance de la artritis reumatoidea que padece prácticamente desde que nació su hija, hace nueve años, la dejó inválida varios meses. Tuvo que operarse de la rodilla (con una costosa prótesis que Incluir Salud tampoco le cubrió) y de las dos muñecas por el avance de la patología sobre sus articulaciones. Pero esta enfermedad crónica tiene una particularidad no menor: si es tratada, puede tener una calidad de vida medianamente normal. De lo contrario, la patología avanza.

Si bien durante seis años ingirió las pastillas que le recomendaron, con el tiempo dejaron de hacerle efecto y la pasaron a una terapia biológica con inyecciones: debe aplicarse cuatro por mes y la caja cuesta alrededor de 30 mil pesos, cifra que a Lorena le resulta imposible costear.

“Reclamé por todos lados, ya no sé a quién recurrir. Desde Incluir Salud no dan respuesta y Zona Sanitaria VIII  tampoco ofrece soluciones. Me dicen que la medicación la tienen, pero que hay problemas administrativos. Yo no puedo esperar porque mi salud y mi calidad de vida dependen de esa medicación”, resumió al tener que volver a luchar por lo que el Estado jamás debió haber dejado de darle.

Lorena Aguirre tiene 35 años y no eligió tener artritis reumatoidea ni ser una paciente crónica. El Estado le prometió que no le haría faltar las drogas pero no cumplió y decidió postergar su calidad de vida. Hoy, ella aguarda para conseguir cuanto antes las inyecciones que necesita para aliviar el dolor, controlar la enfermedad y dejar de esperar promesas que solo a medias se vienen cumpliendo. 

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21/01/2016