Domingo 28 de abril | Mar del Plata
31/08/2019

Un desafío sobre ruedas, un sueño plasmado en un libro

Maira y Cristian dejaron todo y se fueron en bicicleta a recorrer América Latina. De la travesía, les quedó un libro que describe lo que vivieron camino a Lima, y también, las ganas de revancha y de llegar a México.

Un desafío sobre ruedas, un sueño plasmado en un libro

Maira y Cristian dejaron todo en 2013 y se fueron a recorrer América Latina en bicicleta. Llegaron hasta Lima, después de nueve meses de una travesía en la que sumaron miles de experiencias detrás de ese sueño de viajar sin tiempo y sobre ruedas. Obligados a volver por distintas circunstancias, su desafío no quedó solo en su memoria, sino que los aprendizajes de los miles de kilómetros quedaron plasmados en un libro –“Un viaje en bicicleta”-que resume todo lo vivido.

Son 4300 los kilómetros que separan Mar del Plata de Lima, un recorrido que por tierra se puede completar en menos de tres días. Pero eso no era lo que buscaban. Es más, ellos querían escapar de lo cotidiano, de lo convencional, de la rutina. Por eso decidieron viajar, pero lo hicieron a bordo de sus bicicletas, con algunos equipajes y, sobre todo, con ganas de aprender, afrontar el desafío y dejar testimonio de la hazaña.

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“Siempre nos tomábamos poco tiempo de vacaciones, no lo suficiente o lo que nosotros queríamos. Cada vez que hacíamos un viaje nos costaba mucho volver. Teníamos la curiosidad de conocer más culturas, más países. El es un soñador de viajes, a mí me costó mucho, tenía mucho miedo”, contó Maira, una de las protagonistas, en diálogo con QUÉ Digital sobre el inicio de la aventura.

El hecho de salir de la rutina fue una de las razones que los llevó a partir, pero no la única: “Yo estudié y trabajé de algo que no me gustaba, lo hice por una salida laboral, nada más. Cuando nos conocimos él me habló de viajar y vio en una revista que había una chica que viajaba por Japón en bici. “A vos que te gusta tanto andar en bici, ¿por qué no nos vamos en bicicleta?”, me propuso, cuando yo quizás me esperaba una propuesta de matrimonio o algo así. Me parecía una locura, pero le dije que sí“.

Estuvieron tres meses para dejar todo. En Mar del Plata tenían una carnicería y una verdulería. Vendieron todo lo que tenían y empezaron la travesía. “Fue muy costoso dejar la zona de confort, pero nos tomamos el tiempo suficiente para soñar más y sin miedo. En el 2013 no había tanto Whatsapp como ahora. Cuando empezamos a informarnos hicimos una lista de lo que necesitábamos. Salimos con nuestros ahorros, hasta que nos quedamos sin plata. Ahí empezó otra historia en el viaje”, añadió.

Cuando se quedaron sin dinero, decidieron buscar la forma de conseguirlo y, de alguna manera, no “abusar” de las facilidades que les ofrecían aquellos que se cruzaron en su camino: “Empezamos a tejer bufandas y gorros a crochet, y también hicimos trufas para vender. Por ejemplo, en Santiago del Estero  hicimos una feria; a pesar de que en el norte argentino hace mucho calor, la gente se acercaba y nos compraba bufandas y gorros igual”, contó.

En cuanto a las noches, Maira relató cómo la ausencia de tanta gente los llevó a creer que en algún lado, en definitiva, sí existe ese concepto de seguridad: “Estuvimos durmiendo en pueblos, pero también en el campo, en el medio de la nada. Ahí aprendí que donde no hay gente puede haber mucho menos peligro, el campo es lo más seguro. Dormíamos en carpa, prácticamente durante todo el viaje”.

 LIMA, UN FINAL PRECIPITADO 

Sin embargo, cuando ya habían aceitado el trajín del kilómetro a kilómetro y las formas de sustentarse, el viaje terminó antes de tiempo. “Cuando llegamos a Lima se adelanta un auto por la Panamericana, pero de frente venía un camión, entonces se fue a la banquina y nos chocó a nosotros. Cristian pudo esquivarlo, pero a mí me golpeó de lleno. Tuve fractura externa de la cervical, podría haber quedado cuadriplégica. Cuando me desperté sentí que volví a nacer“, relató.

“A pesar de esto, que fue muy fuerte, nos enseñó un montón de cosas que suceden en el camino, porque es una historia de pareja además. Hay un antes y un después y un aprendizaje, no sólo desde lo social“, se sinceró.

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Después del accidente, el diagnóstico principal fue el final de viaje, precipitado, antes de tiempo. Maira y Cristian debieron volver a Argentina con ayuda de su familia, que les envió dinero para el pasaje de vuelta en colectivo. Al llegar a Mar del Plata, ella estuvo tres meses con un cuello ortopédico. “Tiene un final bastante trágico, pero feliz a la vez. Este viaje nos ha enseñado muchísimo a pesar del final”, agregó.

En cuanto al libro, Maira contó que a lo largo del viaje fue escribiendo su diario de viaje, pero nunca se había animado a mostrar lo que escribía. Pero cuando regresaron, ante la necesidad de volver a establecer una rutina y reincorporarse al sistema, ella se hizo espacio para hacer talleres de escritura y llegar así a la elaboración de su libro para dejar el testimonio de todo lo que vivieron.

 GANAS DE REVANCHA 

El primer objetivo que tenían era llegar a México. No pudieron alcanzarlo, pero no descartan poder realizarlo a futuro para poder darle un cierre a un desafío que si bien terminó antes de tiempo, no dejó de arrojar las enseñanzas y experiencias que quedaron plasmadas en el libro.

El libro se puede conseguir a través de Mercado Libre, o en las redes sociales de Maira y Cristian: “Un viaje en bicicleta”.

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31/08/2019