Viernes 26 de abril | Mar del Plata
28/02/2015

Cocaína fumada: una adicción compulsiva que crece

En un año y medio aumentó notablemente el número de personas que consume la sustancia de este modo. En la última semana, el sistema penal detectó tres casos similares. Preocupación y alarma por los efectos.

Cocaína fumada: una adicción compulsiva que crece
En Posada del Inti cada vez son más los pacientes que ingresan por consumo de cocaína fumada. (Foto: QUÉ Digital)

El pasado viernes, un joven de 18 años ingresó al centro de tratamiento Posada del Inti. Fue derivado, como tantos otros, del sistema judicial. Tiene cuatro causas penales y una adicción compulsiva: el consumo de cocaína fumada. Si bien esta es solo una de tantas historias, esta semana el sistema penal detectó tres casos similares. Y la alarma se encendió.

Para Fabián Messina, presidente de Posada del Inti, esto no es nuevo. Dice que su equipo de trabajo ha advertido en numerosas ocasiones acerca del crecimiento de esta modalidad de consumo, de efectos sumamente nocivos. Y asegura que el hecho de que el sistema penal empiece a notar esta situación es positivo.

Hace unos días, Messina se reunió con el juez de Garantías Juan Tapia en el marco de la audiencia previa a la internación del joven en el centro de atención. Y afirmó que notó una “concreta preocupación del magistrado” respecto al consumo compulsivo de cocaína fumada.

“Están viendo que hay una creciente demanda de este fenómeno, que atraviesa todos los estratos sociales y que genera una compulsividad delictiva, porque es una sustancia que produce efectos cortos, entonces luego la persona necesita más”, explicó el titular de Posada del Inti.

De acuerdo a sus palabras, hace un año y medio empezó a aparecer esta modalidad de consumo de forma recurrente, aunque es algo que viene de larga data. “Antes, hace unos cinco años atrás, uno de cada diez casos era por consumo de cocaína fumada. El número luego creció, llegó a los dos o tres y hoy hablamos de cuatro o cinco cada diez casos, casi la mitad”, expuso.

Y enseguida, Messina se refirió al proceso de consumo. “Es como una especie de crack del subdesarrollo. Los adictos suelen calentar la cocaína en una cuchara y fumarla en pipa; por lo general la pipa tiene viruta de metal y eso es muy nocivo para la salud”, subrayó y luego sumó: “Esto genera efectos directos sobre el sistema nervioso”.

En cuanto al vínculo entre el consumo y los hechos delictivos, el responsable del centro de tratamiento reparó en que la cocaína fumada genera una adicción muy compulsiva. Y graficó: “Estamos hablando de una droga barata, pero cuyo efecto dura poco. Entonces, para saciar esa necesidad, hay que conseguir más. El que tiene la plata, se puede gastar $500 por día. El que no, empieza a delinquir para poder comprar”. 

Respecto al perfil de los adictos, si bien afirmó que no se distinguen clases sociales, Messina sí consideró que quienes fuman cocaína son cada vez más jóvenes. “Antes quizás eran personas de más de 25 años, cercanas a los 30. Hoy recibimos este tipo de pacientes, con 18 años y un historial muy fuerte. Son una bomba de tiempo, algunos con una historia que viene de los 8 o 9 años”, sostuvo.

Por su parte, Tapia se refirió a los “hechos captados por el sistema penal en la última semana”. E hizo hincapié en el trasfondo social del consumo y en las consecuencias que eso genera. En ese sentido, el funcionario judicial cuestionó el hecho de que “el Estado, que está ausente para controlar sus condiciones laborales y ayudarlos con sus adicciones, está presente para encarcelarlos”.

“El sistema penal ignora la película de sus vidas pero juzga la foto estática de esos conflictos sociales que califica como delitos ¿Qué sería la seguridad para estos pibes? ¿Qué es estar protegidos? ¿Qué piden los que piden más seguridad sólo asociada al sistema penal?”, se preguntó.

COCAÍNA: LOS EFECTOS

A diferencia de lo que sucede con la inhalación, el efecto al fumar la cocaína es más rápido, ya que tarda entre 6 y 8 segundos en entrar en el cerebro. Sin embargo, cuanto más rápido se absorbe, menos dura el efecto, así que por esta vía solo dura aproximadamente de 5 a 10 minutos en pasarse la sensación de euforia o cualquier otra.  Los efectos fisiológicos a corto plazo que resultan del consumo de cocaína incluyen contracción de los vasos sanguíneos, dilatación de las pupilas y aumentos en la temperatura corporal, la frecuencia cardíaca y la presión arterial.

Entre las complicaciones más frecuentes se encuentran algunos efectos cardiovasculares como alteraciones en el ritmo cardíaco y ataques al corazón; algunos efectos neurológicos incluyendo ataques cerebrovasculares, convulsiones, dolores de cabeza y hasta coma; y complicaciones gastrointestinales, como dolor abdominal y náuseas.

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28/02/2015